viernes, julio 31, 2009

TREINTA AÑOS NO SON NADA.

Treinta años ya que partiste,

Y aún todos lo sentimos.

Se enjugan los ojos,

Se parte la voz,

Se quiebran las almas.



Cierro los ojos

y está ante mí

tu cuerpo tan frío, y

el cielo que llora.



Tan solo unos años antes,

te veía venir,

junto con la historia:

"Que viva la vida

y después de muertos ,

la revolución aprista".



Y después de un guiño del tiempo,

ante tu inmovil cuerpo,

los brazos en alto,

la voz de orden,

Víctor Raúl Presente!!!



Así me asiste el recuerdo,

Y es que 30 años no son nada.



Está vigente tu ejemplo,

Tu magisterio es perenne,

Tu palabra está ahí.

Tu sombra también.



Naciste como un hombre común.

Y no fue sino el Gólgota

Que la oligarquía te impuso

El que te hizo inmortal.



Y estás vivo aún,

Porque para personas

como tú, Víctor Raúl,

No existe el olvido.



Cómo relegar tus luchas,

Tus sacrificios,

Tus renuncias,

Todas ellas dignas del más grande

Que siempre fue el más humilde.



Renunciaste al poder

A las riquezas, a la vanidad vacía.

Mientras otros lucraban el día.

Tú te ganabas la historia.



Ese es el ejemplo a seguir

Para los jóvenes de toda la vida,

Para los que saben luchar por un ideal,

Para los que buscan la Justicia Social.



Mientras otros perdieron en plena vida

Su espíritu,

Tú sigues más vivo que nunca.



HAYA no ha muerto!!!

Vive en la energía y la pureza

de los verdaderos apristas.

Vive en las ansias de la juventud rebelde.

Vive en la esperanza de los luchadores sociales.

Vive en el corazón y la ternura de las madres

que forjan el destino de sus hijos.



VIVE AÚN CON NOSOTROS,

porque 30 años no son nada

Y esta generación no lo ha olvidado… ni lo hará jamás.

VÍCTOR RAÚL, EL MÁS GRANDE.

(En el 30 aniversario de su partida a la Eternidad)

“Con el transcurso de los tiempos tu gloria crecerá como lo hacen las sombras cuando el Sol declina”. Fueron las palabras del cura Choquehuanca a Simón Bolívar. Y creo que nunca como ahora cualquier analista objetivo podría y tendría que decir lo mismo del legado personal de Víctor Raúl Haya de la Torre.
Y es que como muy pocos hombres en la historia del Perú y América Latina, la biografía del fundador del Aprismo se puede leer de atrás hacia adelante, como de adelante hacia atrás, es decir íntegramente. Pero a la par, esa biografía es tan completa que se puede reconocer en él no sólo al político sino también al filósofo, al luchador social y fundamentalmente al Ser Humano. En épocas como las actuales que hablan y exigen tanto de la “especialización”, reconocemos en Víctor Raúl el verdadero ejemplo de constituir una persona que no sólo cultivó el aspecto “social” de su Ser, sino también su espiritualidad. ¿Cómo sino entonces pudo resistir las tentaciones que desde su juventud se le planteasen para incorporarse al “stablishment”?
Si alguien preguntase cuál fue la base sobre la que Haya de la Torre construiría su portentosa biografía, desde mi punto de vista esa sería su ÉTICA y su MORAL. Las páginas de su juventud están plagadas de hechos que demuestran la solidez de sus convicciones y de su carácter, para –como Cristo- no dejarse llevar por las incitaciones que el sistema corrupto imperante le hacían. No es casual que recuerde la vida de El Nazareno para hablar de Víctor Raúl. Formado en colegio francés y religioso, la mística y la entrega absoluta a sus ideales –tal como lo hiciera Juana de Arco- fueron el sustrato de su formación escolar. ¿Por qué sorprenderse entonces de su espíritu de lucha, entrega y sacrificio a lo largo de su vida?
Sin embargo, el autor de El Antimperialismo y el Apra, no fue solamente emoción y sentimiento, su formación fue enriquecida por el racionalismo francés y alemán que centró y equilibró definitivamente su espíritu. De ahí la amplia producción intelectual que caracterizó su vida, sustentada en la eterna duda cartesiana y el contraste dialéctico hegeliano, que lo llevó a confrontar la teoría con la realidad, para a su vez generar nuevas teorías, definidas no en la especulación teorética sino en la propia experiencia práctica.
Así es como Haya se hace grande en la política, con amplia disposición para adaptar la acción a los requerimientos del momento, sin tener ataduras que le resten a uno movilidad y capacidad de respuesta. Pero nunca perdiendo el objetivo superior, su afán ético y moral, la justicia social.
En ese desenvolverse entre la teoría y la acción, Víctor Raúl descubrió la incapacidad de las ideologías foráneas para interpretar y explicar nuestra propia realidad. Y por eso nació el Aprismo no sólo como partido o movimiento político, sino fundamentalmente como ideología y doctrina propia de nuestra América. Aprismo es saber que la realidad de nuestros pueblos requiere teorías y conceptos propios de interpretación, y mucho más aún que las soluciones a aplicar estén adecuadas a nuestra peculiar situación. Esto que ahora pareciera una verdad de Perogrullo, lo dijo heréticamente Haya de la Torre allá por la década del 20 y lo repitió conceptuosamente a lo largo de su vida. Y como toda herejía del ayer es una verdad incontrastable del hoy.
Víctor Raúl en el más estricto sentido de la palabra fue un revolucionario de las Américas, porque planteó no sólo la identidad de nuestra historia, sino porque formuló las bases de un propio y autónomo modelo de desarrollo, sustentado en la más avanzada teoría de las ciencias, la teoría de la relatividad. Y digo esto, porque supo articular el conocimiento científico natural con el estudio de la sociedad, estipulando que la ruta para nuestro desenvolvimiento debía establecerse al igual que en la física, en torno a cuatro dimensiones. Mientras que para Einstein esas dimensiones eran la altitud, la latitud, la longitud y el tiempo, para Víctor Raúl en la realidad humana, eran la sociedad, la política, la economía y la cultura. La mayor parte de las teorías convencionales sólo tocan algunos de esos aspectos. En general, la política y la economía, otros la economía y la sociedad, los más avanzados la economía, la política y la sociedad, pero sólo recientemente se reconoce también la importancia de la cultura. Bueno, eso ya lo había pensado Haya de la Torre, y lo llamó Espacio-Tiempo Histórico.
Así fue “el Viejo”, como cariñosamente hablábamos de él quienes lo conocimos. Y sin embargo, mientras otros con menor o igual capacidad vivían en la opulencia, él vivió y murió por voluntad propia en la absoluta austeridad. Los hombres son más grandes no por lo que atesoran materialmente sino por el inmenso espíritu que albergan en lo que es un frágil cuerpo.
Un 2 de agosto partió hacia los cielos; miles de miles llegaron hasta su féretro, amigos, compañeros y adversarios. Muchos de ellos, sólo lo vieron de lejos, pero supieron de su obra y de su ejemplo, que los ayudó a ser mejores personas. Todos, con su presencia, sentenciaron, eres y serás el más grande, ahora y por mucho, mucho tiempo más.

31-07-09

martes, julio 14, 2009

Alicia Delgado y Marco Antonio. ¿Víctimas del mismo asesino?

La señora Alicia Delgado y el estilista Marco Antonio fueron asesinados con dos semanas de diferencia, siendo los ejecutores de sus muertes diferentes personas. Sin embargo, para mí, el culpable es el mismo personaje, el actual sistema social en el que sobrevivimos.
Si se estudia el aparente móvil de los asesinos, se cae en cuenta que ambos eran motivados por el mismo afán, apoderarse de dinero, así fuera pagada por terceros la acción que los lleva a la condena.
Por otro lado, vienen a mi recuerdo las palabras de una modelo en el velorio del estilista: “¿en qué país estamos?”. Bueno, todos estamos en el mismo país que con nuestra acción o inacción contribuimos a construir. Y es que, contrario a lo que algunos piensan, nuestra sociedad no puede construir vallas infranqueables para quienes viven en pobreza material y –la peor- pobreza moral. Por eso, por más que vivamos “tranquilos” en nuestros círculos aparentemente cerrados, siempre nos rebota lo que ocurre en el resto de la sociedad.
Quizás días antes, los mismos personajes que lloraban al estilista nunca pensaron que su amigo pudiera ser asesinado casi con el mismo estilo que la cantante folklórica. Algunos hasta dirían por Alicia Delgado “cómo contrató a un tipo como Mamanchura”. Sin imaginarse que días más tarde uno de su “círculo”, con todas las precauciones conocidas, sería víctima de la misma “enfermedad”.
¿A dónde quiero llegar? Se preguntará amigo lector.
En primer lugar, quiero demostrar que nadie puede estar ajeno a los problemas de la sociedad. Delgado y Gallegos pensarían que por su dinero ya estaban libres de las consecuencias de una sociedad donde la miseria no es sólo material sino también moral. Pues no fue así, lo que pasa arriba influye abajo y viceversa, tanto como lo que ocurre en el Medio Oriente repercute entre nosotros también.
A continuación, quiero plantear que a la luz de los hechos, combatir la pobreza no puede ser solamente atacar las necesidades materiales de las personas, sino también –y fundamentalmente- las espirituales. ¿Tanto desprecio se puede tener por la persona humana como para matar a mansalva por un puñado de dinero? Estamos, como es evidente, ante un problema social que sobrepasa el tema de la pobreza material, para plantear en el debate el de la pobreza espiritual.
Sin embargo, el Estado y la propia sociedad, olvidando el concepto de que la sociedad es un sistema interdependiente, se han planteado sólo la estrategia de priorizar la lucha focalizada contra la pobreza. La pobreza material ha bajado espectacularmente en estos tres años, pero aún continúa –es obvio- la pobreza espiritual. Y es que repercute relativamente poco mejorar las condiciones materiales de vida de las personas si ello no va unido a una política integral de promoción de la cultura, la moral y los valores humanistas.
El Desarrollo Social de un país no es pues sólo construir escuelas, dotar de infraestructura básica a las viviendas, etcétera. Ello debe venir aparejado con el cambio de la mentalidad hedonista y consumista del sistema imperante, la promoción de los valores, la recuperación de la solidaridad y la reciprocidad, el respeto mutuo, la tolerancia.
El verdadero despegue de un país no se mide sólo a través de los indicadores de pobreza material, y mucho menos de indicadores económicos. El desarrollo real de una nación se ve en la medida en que se incrementa la confianza entre la gente, se reduce la criminalidad, se aumenta la autoestima individual y colectiva, entre muchos aspectos más.
Debe ser prioritario entonces desplegar esa concepción abierta y correcta del Desarrollo Social que compromete el trabajo en toda la Sociedad y no sólo en los lugares de pobreza y pobreza extrema. Esa, ahora, desgastada concepción de la focalización para el combate contra la pobreza es insuficiente para resolverla. La pobreza forma parte de la enfermedad del sistema social. Por ello, hay que atacar al sistema enfermo, así contribuiremos no sólo a resolver la pobreza sino también el resto de sus síntomas que nos agobian y que nos matan.

Lima, 14 de julio de 2009.

domingo, junio 28, 2009

FRENTE AL PENDULO MALDITO: DEMOCRACIA Y DICTADURA, NUESTRA RESPUESTA DEBE SER: APRISMO

Si por algo se caracteriza la historia post colonial de la América Latina es por la facilidad en que se va de un extremo político al otro. El golpe de Estado en Honduras no es sino el principio de una reacción conservadora frente al avance de las corrientes izquierdistas representadas por el ALBA. Es evidente que el Presidente Zelaya estaba preparando la misma medida que ha caracterizado el accionar reeleccionista del Chavismo en América Latina: dividir a cada país maniqueamente entre buenos y malos, confrontar contra todo el aparato institucional del estado democrático de derecho, los otros dos poderes del Estado, y posteriormente convocar a sendas Asambleas Constituyentes por las cuales se garantice la perennidad del control político del país.

Mi crítica a ese procedimiento como a sus resultados, no eximen para nada de la culpa a quienes crearon y crean las condiciones para que el pueblo esté descontento con la Democracia, permitiendo la violación constitucional, sea por gobiernos de izquierda o de ultraderecha. No por las puras en algún momento Hugo Chávez fue un aliado - y mejor alumno- de Alberto Fujimori.

La historia demuestra que el verdadero drama latinoamericano ha sido transitar pendularmente de un extremo a otro, sin verdaderas políticas de Estado, sin planes de gobierno que se cumplan, sin proyectos nacionales consensuados entre los actores sociales de un país. Es preocupante ver cómo dentro de un mismo gobierno es frecuente que cada ministro aplique sus propias ideas, sin interesarle continuar con las buenas y mejores de su antecesor. ¡Qué será de gobierno a gobierno, y de tendencia a tendencia!

Tengo la impresión que el aprismo nació en contra de ese péndulo. Reflejando su filosofía en su propio lema: “NI CON WASHINGTON, NI CON MOSCÚ, SÓLO EL APRISMO SALVARÁ AL PERÚ”. El distanciarse de los polos existentes marcaba exactamente la actitud de repudio al “pendularismo” latinoamericano. Y la segunda parte, fuera de cualquier actitud mesiánica, centraba la salida a nuestras dificultades en que las soluciones partieran de la realidad específica del país. Porque el Aprismo nació como la respuesta científica a los verdaderos problemas de la América Latina, distinta y distante de los extremismos colonizantes de los pro-yankis y los pro-rusos.

La generación fundadora, con Haya de la Torre a la cabeza, recogió el espíritu indoamericano de nuestra cultura autóctona, que fuera de las contraposiciones europeizantes supo de la coexistencia de las líneas bipolares. El mundo andino tiene la concepción de la unidad del Sol y la Luna, el Inti y la Killa. Ambos coexisten a pesar de sus diferencias. La colonia española supo mantener un régimen similar al aceptar la coexistencia de la república de españoles y la república de los indios. Y el inicio del fin propiamente dicho de su dominio fue cuando a raíz de las rebeliones indígenas iniciadas por Túpac Amaru II desapareció en la práctica el régimen de la república de indios.

Lo más resaltante, es que de esa coexistencia nace el mestizaje, la simbiosis, más que la síntesis (ésta es producto de la lucha de contrarios, la primera de la unión de ellos). El aprismo nació de esta forma, reivindicando firmemente lo nacional pero también reconociendo el valor de la tecnología y la modernidad. Todo ello en total armonía con el pensamiento indígena, mestizo y hasta criollo. Véase sino cómo nuestros migrantes se incorporan con total facilidad a las ciudades modernas pasando a formar parte rápidamente de su actividad social, económica y cultural. Situación que no se presenta en otros países donde el migrante étnico es arrinconado como también se automargina, sin mayores posibilidades de salir realmente adelante.

La permeabilidad actual de la cultura peruana a las expresiones costeñas, andinas y amazónicas expresan el más alto nivel de coexistencia y fusión nacional que haya tenido lugar antes en el Perú. Por eso siempre he dicho, la unidad nacional que los políticos no logran plasmar en su accionar (occidentalista y maquiavélico), el pueblo peruano la está logrando día a día, silenciosa e intensivamente.

En la actual contradicción entre neoliberalismo y nacionalismo-populista de izquierda, no hay solución posible. Es el mismo péndulo maldito de la historia del siglo XX. Frente a eso, reitero, nació el Aprismo, planteando el camino verdadero para lograr nuestra modernización con justicia social y libertad. Cuánto bien habría hecho para América Latina que el pensamiento y la filosofía apristas se hubiesen extendido por la América morena y desde cada patria pequeña se hubiese desarrollado un movimiento social aprista, con la disciplina ideológica correspondiente para no desviarse del camino trazado. Hoy no habrían ni golpes a la hondureña ni a la ecuatoriana. No habría confrontaciones abismales dentro de nuestros pueblos, sino los FRENTES ÚNICOS de clases medias, obreras y campesinas, desterrando cualquier posibilidad de dominio de la derecha o la ultraizquierda.

Hoy más que nunca me ratifico que sólo el Aprismo (ideológico y doctrinario) salvará al Perú y a Indoamérica.

Lima, 28 de junio del 2009.

sábado, junio 20, 2009

ACERCA DE LA CUESTIÓN INDÍGENA

LA FUNCIÓN PRINCIPAL DE LAS CIENCIAS SOCIALES ES LA DE IDENTIFICAR METODOLOGICAMENTE LAS TENDENCIAS DE LOS HECHOS QUE OCURREN EN LA SOCIEDAD, Y ELLO ES LO QUE SE LOGRÓ EN EL ESTUDIO PUBLICADO BAJO EL TÍTULO "MODERNIDAD, CULTURA Y TRANSFORMACIÓN SOCIAL" DE MI AUTORÍA.

COMO SE COMPROBARÁ AL LEER LA TRANSCRIPCIÓN LITERAL QUE HAGO DEL MISMO, AHÍ IDENTIFICAMOS Y ANALIZAMOS EL PROBLEMA INDÍGENA EN EL PERÚ, CUYA PERSPECTIVA DE ACCIÓN POLÍTICA CONCRETA YA HABÍAMOS ANTICIPADO.

AÚN NO ES TARDE PARA ACTUAR, ENMENDANDO RUMBOS Y POLÍTICAS DE ACCIÓN, CONSTRUYENDO, TAL COMO LO VENIMOS PLANTEANDEO DESDE TIEMPO ATRÁS, UNA NUEVA FORMA DE HACER POLÍTICA, QUE SEA REALMENTE INDOAMERICANA, ES DECIR QUE RESPONDA A NUESTRA PECULIAR REALIDAD HISTÓRICA, SOCIAL, CULTURAL, ECONÓMICA Y POLÍTICA.

LOS PÁRRAFOS QUE A CONTINUACIÓN TRANSCRIBO SON DE MI LIBRO YA MENCIONADO, DE LAS PÁGINAS 262 A 276.

ACERCA DE LA CUESTIÓN INDÍGENA.

“El problema del Indio fue el parte aguas de la intelectualidad y la política peruanas a inicios del siglo XX. Recordemos que la posición de don Manuel González Prada fue categórica al ubicar el tema no como un problema educativo sino económico y social. Haya y Mariátegui siguiendo el camino trazado por su común maestro ratificaron esa línea, el problema del Indio era un problema económico y social, de lucha contra el latifundio y la explotación. Haya, a pesar de los ataques que recibió por una supuesta lejanía del problema indígena, fue categórico al afirmar en El Antiimperialismo y el Apra, que la economía agraria se reconstruiría sobre la base de la comunidad andina, exaltando su espíritu cooperativo.

“Hace ochenta años lo más que se conocía de lo indígena era al habitante andino, hoy no son sólo andinos también son amazónicos. Pero ambos están ligados estrechamente a sus ámbitos de vida. En el siglo XVII los Andes salvaron de la hambruna a Europa. Fue producto de la capacidad milenaria de domesticación de las plantas nativas de la cultura andina lo que logró tal milagro. Hoy en día, la amazonía peruana se ve progresivamente invadida de investigadores sociales y naturalistas que buscan conocer a través de la cultura de nuestros pueblos amazónicos la riqueza de nuestra flora, que no hubiera sido descubierta sin la acción milenaria de nuestros compatriotas de la selva.

“Mucho tiempo ha pasado desde que los primeros movimientos indigenistas bregaron por el reconocimiento del problema y la formulación de una agenda de atención al respecto. Las propias movilizaciones indígenas y campesinas contribuyeron a fortalecer esa posición. Durante el gobierno militar de las Fuerzas Armadas se intentó cambiar su consideración de indígena –marginal en el proceso económico- a campesino o comunero. Todo ello bajo un enfoque mayormente económico y desarrollista. El proyecto consistía en incorporarlos al modelo occidental de la sociedad (fuese capitalista o socialista). Hoy el enfoque está cambiando. Ahora el problema del Indio es también Cultural, es decir de respeto y aceptación de sus costumbres, tradiciones, conocimientos ancestrales. En esa condición el ser y reconocerse indio ya no es sinónimo de retraso, de ignorancia, sino por el contrario de identidad a partir de una cultura autóctona. Por tanto, a lo indio ya no puede identificársele necesaria y únicamente como una situación de estancamiento en la adopción de una cultura occidental dominante (hablar castellano o vestir indumentaria occidental), porque a pesar de adoptar esas expresiones materiales, la identificación cultural –espiritual- puede seguir siendo por la oriunda.

“Sin embargo, así como desde la conquista los invasores se preocuparon por explotar las riquezas del subsuelo y por ende apropiarse de los territorios indígenas, quinientos años después la intencionalidad sigue siendo la misma. Ayer se adueñaron de las propiedades de los ayllus y comunidades indígenas de los Andes para explotar el cobre, la plata y sus pastos. Hoy se adquieren a precios irrisorios los territorios de los indígenas en la sierra y la selva, para extraer oro amarillo, oro negro (petróleo) y oro gaseoso (gas natural). Los antiguos no se equivocaban al atribuir al Perú las propiedades del Dorado, o al afirmar Vale un Perú, como forma de decir es valioso. Pero todas esas riquezas se hallan en territorios indígenas. ¿Y acaso están siendo proporcionalmente beneficiados los pueblos indígenas? Todos los estudios y estadísticas indican que no es así.

“Empecemos por identificar al Indio. Con frecuencia se ha venido a decir que el pueblo indígena no es mayor al 30% del país, sin embargo recientes investigaciones han demostrado la existencia de nuevas formas de definirse indígena: Una es la de la autodefinición, otra es la de ser descendiente de indígenas aunque sea por uno de los padres o uno de los abuelos. Ello independientemente de quienes tienen una lengua materna diferente al castellano u otro idioma extranjero. Con las nuevas formas de definir lo indígena se tiene que el 48% de la población es indígena.

“Pero lo más resaltante es el alto grado de identidad que existe entre la población para reconocerse como indígena en función a sus ancestros. Si bien el 47.7% manifestó tener un progenitor o un abuelo indígena, el 45.2% se reconocía como indígena. Es decir tan sólo un 2.5% de personas entrevistadas no reivindicaba su origen indígena a pesar de tenerlo.

“Otro aspecto que debe resaltarse es la no correspondencia entre la identificación de lo indígena con el hablar una lengua distinta del castellano o extranjera. De esta forma colegimos que existe una mayor identificación de lo indígena con los valores culturales, más que en el uso de una lengua originaria. Lo que de por sí expresa un aumento progresivo en la identidad nacional, no sólo como lo criollo sino también con lo indígena . Este fenómeno es importante resaltarlo, porque la mayor parte de los enfoques sobre lo indígena se han estado definiendo en torno al uso de la lengua materna originaria. Sin embargo ya comienza a haber una nueva percepción, más inclinada a la aplicación de los valores indígenas. Ello implica una revalorización de lo Indio, más en perspectiva cultural. Pero considerando lo cultural no sólo como los conocimientos aprendidos del occidente, como suele evaluarse la “cultura” de los pueblos y las personas, sino como el conjunto de prácticas, costumbres y valores con los cuales desenvolverse en la vida cotidiana de una organización social. La lengua es uno de los elementos de la cultura, pero no es el único y mucho menos el exclusivo en la identificación .

“A partir de este nuevo enfoque, el aprendizaje y el uso del castellano como lengua franca, no implica la desaparición cultural de lo indígena. Por el contrario, de acuerdo a la investigación citada, la identidad indígena persiste. Pero también lo hace su situación de marginación y postración económica. Hoy más que nunca, la pobreza es el sinónimo de ser indígena. Según el análisis del Instituto de Estudios Peruanos basado en la Encuesta Nacional de Hogares, las poblaciones indígenas se encuentran mayormente en el sur del país, con especial incidencia en el llamado Trapecio Andino (Cusco, Puno, Apurímac, Ayacucho, Huancavelica), como también en Ancash y Huánuco. En menor dimensión en Junín, Pasco, Ica y Lima.

“Para un importante sector de la población indígena, la única alternativa económica eficaz al problema de la pobreza y la marginación del circuito económico moderno, es la economía de la coca y la cocaína. Son miles los indígenas que hoy en día están involucrados en el circuito de la coca, sea como agricultores, peones, transportadores, procesadores, proveedores de insumos y mercenarios. Lo que más tienen en común ellos es su condición de indígenas y simultáneamente pobres. Sin embargo, en el mejor de los casos, las políticas de atención de este severo problema nacional olvidan de la condición de indígenas de la mayor parte de sus actores. Lo cierto es que lo que el mundo de la economía moderna y formal no ha logrado, lo ha hecho la economía de la coca, integrarlos a los mercados mundiales .

“La crítica situación del Indio no ha sido extraña al Perú mestizo. Es más, como ya dijéramos, los migrantes en las ciudades están volviendo sus ojos a sus orígenes, a lo suyo propio, a sus valores, a su espíritu, a su nacionalismo. El impacto que tuvo esta bandera en las dos últimas contiendas electorales presidenciales así lo ha demostrado. El Perú votó por propuestas nacionales que reivindicaban lo nativo. Es cierto que hubo mucho de tráfico de expectativas y estafa política por el giro político del gobierno del partido Perú Posible, pero, por encima de ello, es evidente la voluntad ciudadana del Perú provinciano.

“Hoy en día, como en muchos lugares de la América morena, en el Perú la agenda política central está en torno al tema de la nacionalidad, incluyendo en ella lo indígena y lo mestizo. No hablamos de una unidad cultural. Es evidente que estamos frente a una diversidad cultural que se reconoce entre sí y que se respeta mutuamente, pero que por encima de todas las cosas tiene la voluntad de definir su propio camino.

“Aspectos fundamentales en ese rumbo son los de la defensa de la lengua de los pueblos originarios. Con la lengua se expresa también toda una identidad y una concepción de la vida. Los conocimientos ancestrales se preservan en esta realidad a través de la lengua. En culturas orales como las andinas la lengua tiene un rol fundamental. Por tanto, su reconocimiento y preservación son temas centrales en su reivindicación. Este fenómeno ya lo observó Arguedas y los sucesivos estudiosos que surgieron después de él. Lo sustancial del problema se ha dado en la pérdida de identidad del indígena, en su llamada aculturación, asumiendo conductas y valores distintos a los originales. El procedimiento para lograrlo ha variado es cierto. Y es que si bien en el pasado se pretendía doblegar al indio a través del alcohol, hoy en día se lo hace a través de otra droga, los medios de comunicación social. Si bien más adelante tocaremos este tema, debemos mencionar el rol deformador que la televisión comercial cumple frente -no sólo- al indígena, sino también frente al resto de la peruanidad.

“El principal error de los procesos llamados de inclusión indígena a la modernidad, ha sido el intentar homogenizar a los pueblos a los modelos occidentales, imponiéndoles el uso exclusivo de la lengua castellana y el olvido de sus costumbres ancestrales, tanto en su alimentación, crianza y cuidado de la salud. Las escuelas continúan siendo en un gran porcentaje monolingües y ni qué decir de la atención de la salud, que en lugar de convocar e incorporar a su cuidado y preservación a los pueblos indígenas, por el contrario los estuvieron alejando de la misma. Hoy en día, si bien en teoría el Estado ha avanzado en la determinación de las políticas generales de atención en los aspectos sustanciales de vida, la aplicación de estos principios por parte de un personal desvinculado de la realidad indígena vital le ha quitado todo impacto positivo a las políticas adoptadas. Deben ser los mismos nativos los que adquieran las prácticas metodológicas de educación, alimentación y cuidado de la salud. Ésta debe ser la política real de promoción y reivindicación indígena, el desarrollo de sus capacidades integrales, empezando por el derecho que tienen a definir el rumbo de sus vidas individuales y colectivas, en conjunción con sus identidades.

“Los pueblos indígenas tampoco deben ser considerados una sola unidad, como por mucho tiempo se dijo, privilegiando la concepción del predominio quechua sobre el resto de culturas. Cuando llegaron los españoles se estima que existían 42 diferentes etnias en el territorio tawantinsuyano. A ellos habría que agregar las ahora 44 etnias existentes en la Amazonía. Estaríamos hablando entonces de una pluralidad étnica, que a pesar de ello alcanzó a tener una expresión política en el Imperio de los Incas. Lo más resaltante es la disposición a respetar y tolerar otras culturas. La interculturalidad es inherente a la mentalidad de las culturas nativas peruanas. Ésta de por sí es una fortaleza latente, pero que no se explota convenientemente por la sociedad moderna y formal. Por el contrario, la colonización del mundo de la vida desde el llamado sector moderno, ha ocasionado que en las ciudades estos valores sean reprimidos, fomentándose comportamientos discriminatorios y segregacionistas dentro de los propios pueblos , soliviantando la existencia de la división y el conflicto.

…………………..

“Queda demostrado pues que no sólo hay otras rutas de inserción a la globalización, diferentes y alternativas a las que se nos pretende imponer desde las instituciones y los mecanismos construidos por el sistema imperial, sino que la forma de regularlas se da fundamentalmente desde el mundo de la cultura. Por ende debemos precisar cuál es la vía por la que deben recorrer los países indoamericanos para integrarse –y no sólo ser asimilados o absorbidos- al proceso de mundialización.

“El primer axioma que debemos asumir, es el de la recuperación y reivindicación de la cultura propia de cada país. Uno de los elementos fundamentales de todo proceso de desenvolvimiento económico y social, es el de la cultura nativa. Considerando a ésta como el conjunto de costumbres, normas, tradiciones y creaciones que se han establecido por el uso cotidiano en la relación entre los hombres, y entre éstos y la naturaleza. La cultura es como el oxígeno, sólo cuando es distorsionado o hace falta se percibe su existencia.

“En esa línea, hay algo muy en común entre los países al sur del Río Grande, algo que es mucho más que una lengua, aunque ya sólo ésta signifique bastante. Hay una idiosincracia, una forma de ser, una identidad indoamericana. Indoamérica existe más allá de las fronteras, de las monedas, de los gobiernos, de las historias segmentadas, sesgadas e incompletas. Indoamérica existe en la concepción del mundo que tienen en común nuestros pueblos, en su religiosidad, en su laboriosidad, en su reciprocidad, en su capacidad emprendedora, en su relación armónica con la naturaleza, en una visión creadora de futuro que refresca y reverdece a otros países del Orbe.

“Todos sabemos que las divisiones políticas entre nuestros países y al interior de ellos mismos, fue hecha de acuerdo a los intereses de los grupos de poder económico o político . Se olvidaron a los segmentos étnicos existentes dentro de ellos, cómo se dividió a la nacionalidad aymará entre Bolivia y Perú, luego irrumpiendo en la zona también Chile. A pesar de que formalmente son tres los Estados gobernantes, la nacionalidad aymará permanece espiritualmente unida. Igualmente encontramos la misma realidad en la frontera norte y nororiental, donde las naciones amazónicas están divididas entre el Perú y el Ecuador, y entre Colombia y el Perú. Para continuar con esa lógica podemos citar los mismos casos pero ya dentro del Perú, donde las etnias y sus respectivas culturas fueron marginadas a la hora de determinar la división política del Estado. Mucho del fracaso de los intentos de regionalización han fracasado por haber olvidado esta premisa básica, mantener la unidad establecida culturalmente por las naciones autóctonas . Hasta ahora el Estado parece haber olvidado o cree haber disuelto las características étnicas de los pueblos. Lo cual es absolutamente falso. Las diferencias entre jaujinos y huancaínos en la Región Junín son históricas. Al igual entre las Baguas y Chachapoyas en la Región Amazonas. Entre arequipeños y camanejos, ni se diga. Podríamos citar muchos casos al respecto, pero siempre encontraremos que estas diferencias tienen un origen étnico, histórico y cultural. Los ímpetus tanto de la Colonia como de la propia República fracasaron en su afán homogenizador. Y es sumamente difícil que a pesar de la fuerza con la que irrumpe la globalización, esas rencillas se puedan disolver.

“La alternativa real es otra. Pasa por reconocer el derecho de los pueblos por mantener su unidad étnica, cultural e histórica, y ello significa darles capacidad para determinar sus propios rumbos de gobierno, ciertamente dentro de los límites de una entidad Estatal macro política. La idiosincrasia, la identidad y las tradiciones son elementos fundamentales a ser reconocidos y amparados en los pueblos y sus respectivos espacios de organización política. Ese es un tema central que corresponde a la reorganización de los Estados, crear jurisdicciones políticas flexibles que incorporen a la informal -para el Estado moderno- agrupación étnica o mestiza.

“El fracaso del Estado Nación en nuestros países no se ha dado solamente a partir de la irrupción globalizadora. El viejo Estado Nación, calcado de la Europa novecentista, nunca ha funcionado eficientemente. Ciertamente ello tiene muchos orígenes que no pretendemos mencionar en este momento. Sí está clara la necesidad de propiciar una reorganización política completa de los Estados Indoamericanos. Ya Haya de la Torre en una propuesta que resulta histórica, planteó la existencia de cuatro grandes ejes que hoy llamaríamos geopolíticos . El primero “el sector del Caribe” constituido por México y América Central, por un lado. El segundo era “el sector de las repúblicas bolivarianas”, integrado por los países a los que contribuyó a independizar Simón Bolívar: Venezuela, Colombia, Ecuador, Perú y Bolivia. El tercer sector “lo constituyen los países donde las condiciones económicas han producido mayor desarrollo nacional”, era “el sector de Chile y los países del Plata”. Y el cuarto sector, el gigante de América del Sur, Brasil.

“Ochenta años después se han conformado tres grandes grupos de intercambio comercial y unión aduanera. La Asociación del Libre comercio de América Central, el MERCOSUR que integraron originalmente Brasil, Argentina, Uruguay y Paraguay, y finalmente el Grupo Andino, en el que participaron primeramente Venezuela, Colombia, Ecuador, Perú, Bolivia y Chile.

“La necesaria integración política y económica indoamericana, ha sido adelantada social y culturalmente. Más allá de las diferencias promovidas por las clases oligárquicas o las potencias imperiales, los pueblos andinos, centroamericanos o del atlántico americano, ya tienen avanzada una primera unión espiritual, que debería ser utilizada ya primariamente para profundizar la unión política y económica. De todos estos, son los países andinos los que deben convertirse en el eje impulsor de la integración indoamericana, por la vía de su propio proceso unificador. Los Andes son la columna vertebral indoamericana, tienen capacidad de irradiarse hacia el MERCOSUR, y desde su frontera norte con Centroamérica y el Caribe. Y dentro de los Andes, es el Perú el que se ubica al medio, en el ombligo, el qosqo , teniendo en su diversidad cultural - suma de lo original, lo milenario, lo mestizo y lo exógeno- la mejor inspiración para el cumplimiento de su rol histórico.

“Alcanzar la Unión Indoamericana es el sino histórico de la cultura andina. En ese proyecto se encontraban los Incas cuando llegó la invasión española. Un imperio que tenía menos de un siglo de existencia ya había avanzado hasta la tercera parte de América del Sur, y de no haber mediado la conquista en cincuenta años más hubiera cubierto el total de la zona habitable sudamericana.

“En los llamados tiempos modernos, será el nuevo hombre indoamericano, fruto de nuestra rica multiculturalidad, el que realice la tarea de la unificación continental. A partir de ella ejerceremos eficientemente el derecho a la vida de la especie humana, aplicando un modelo sostenible de desenvolvimiento, reafirmando la unidad del hombre con la naturaleza.

“El Mundo moderno y globalizado, muy pero muy pronto requerirá de nuevos modelos de formas de vida e integración social, y sólo podrá encontrarlas si se realiza el autónomo proyecto indoamericano”

MODERNIDAD, CULTURA Y TRANSFORMACIÓN SOCIAL.
ARTURO OJEDA S.
LIMA 2008..

lunes, junio 08, 2009

LA LECCIÓN DE BAGUA.

Los lamentables hechos del nefasto viernes 05 de junio establecen un parte aguas en la historia política reciente del Perú. Así como cuando un ser humano se enferma deja aflorar las debilidades de su cuerpo, las sociedades en momentos de crisis demuestran las contradicciones que se anidan en su seno.

Nuestro país sigue siendo una república donde más allá de las líricas declaraciones, continúa la diferencia entre ciudadanos de primera y de segunda categoría. Decimos esto, porque mientras la empresa Doe Run comete una serie de faltas que traen consecuencias gravísimas en lo económico, ambiental y social, y así y todo no es sancionada proporcionalmente, la toma de la carretera Fernando Belaúnde en su kilómetro 200 fue reprimida violentamente. Por otro lado, cerca de 40 niños han muerto en Puno por causa del friaje, a pesar de contarse con las vacunas que no fueron aplicadas oportunamente. Pero nadie, nadie, es sancionado. Y todo ¿porqué? Sencillamente, porque tanto Bagua en Amazonas, como Carabaya en Puno, están a miles de kilómetros de distancia de Lima. Mientras que el propietario de la Doe Run puede tomar su avión y llegar en horas a Lima a negociar la situación de su empresa.

Ese tipo de actitudes de parte del Estado peruano forma parte de un problema estructural, que justamente ahora aflora.

El problema central del Perú es cómo construir una modernidad inclusiva con un Estado que sirva para todos. Es decir lograr que los beneficios del desarrollo, la tecnología y el crecimiento, lleguen a todos por igual sin alterar sus estilos de vida. Es justamente en esta última frase donde reside lo más agudo del conflicto, “no alterar sus estilos de vida”. La modernidad occidental plantea la uniformización de esos estilos, la fase actual del imperialismo consiste justamente en la forma en que se homogenizan las costumbres de las personas. Pero esos estilos occidentales son los que están ocasionando los mayores daños a la vida sobre la Tierra.

La imposición de esos “estilos” toma un carácter netamente imperialista. Y la lucha por la resistencia a ellos y la construcción de los propios es una lucha antimperialista. Aunque a muchos les resulte un “refrito”, que no lo es, porque ese antimperialismo ya no es sólo una lucha por la autonomía económico-política, es también y fundamentalmente una lucha por la vida.

El conflicto de Bagua ha sido por imponer la ley del Estado, un Estado que no se preocupa de la misma forma por quienes no tienen influencia política o económica. Son pocos o no tienen dinero, por tanto no “pesan” políticamente. Sin embargo, ahí están las consecuencias: La violencia de la resistencia.

La vieja clase política continúa con los vicios criollos de subestimar la importancia de las culturas aborígenes y mestizas. Y es que ellos no saben lo que es hacer política intercultural, como ha tenido que aprender a hacerlo ahora Europa, luego de su fracasada intervención en los Balcanes.

Un ejemplo de lo que es saber cómo influye la cultura de los pueblos en el comportamiento de las personas lo dio Túpac Amaru II. Durante su levantamiento tuvo la oportunidad de tomar el Cusco, pero no lo hizo, porque sabía de la fiereza de las huestes indias que no podían apreciar las diferencias políticas entre los criollos y los españoles. Si tomaba el Cusco podía darse una matanza indiscriminada, aún con sus propios simpatizantes. Así que para que ello no ocurriera desistió de la idea. Ese es el mejor ejemplo en nuestra historia de cómo los políticos deben conocer e incorporar a sus decisiones los caracteres de los pueblos en la pluralidad existente.

Pero lo hecho, hecho está. Y los acontecimientos de ese viernes negro afectan tanto a los promotores de la violencia como a sus represores por su falta de inteligencia para afrontar el problema eficientemente. El Perú condena tanto a unos como a otros. Porque mientras que la nacionalidad peruana se viene construyendo silenciosa pero sostenidamente desde abajo, los viejos políticos con su lógica confrontacional la están acabando. Véase sino esos titulares de la prensa amarilla haciendo ver a los nativos como salvajes prehistóricos, como imaginamos los agitadores tratarán de hacer ver a los criollos y mestizos como asesinos y opresores. A los dos hay que darles con la puerta en la cara.

Como lo venimos proclamando hace mucho tiempo, un estilo de hacer política está muriendo. Es la hora del cambio, es la hora que surjan actores políticos renovadores que busquen el consenso antes que la confrontación. Es la hora de incluir a todos los peruanos, reconociendo nuestras diferencias, pero priorizando nuestras coincidencias. Es la hora del diálogo, es la hora de la renovación.

Lima, 08 de junio del 2009.

viernes, mayo 22, 2009

EL 23 DE MAYO Y LA REVOLUCIÓN ÉTICA EN LA POLÍTICA.

El 23 de mayo de 1923 centenares de estudiantes universitarios y obreros, representando la vanguardia por el cambio en la vieja sociedad peruana, se movilizaron en contra de una medida demagógica del gobierno de Augusto B. Leguía, quien pretendía hacer uso de la religiosidad del pueblo para ganar más popularidad y facilitar su campaña reeleccionista. El presidente Leguía intentó consagrar el Perú al Sagrado Corazón de Jesús por medio de una fastuosa ceremonia, lo cual suponía le ganaría adeptos en una ciudad caracterizada por su religiosidad.

Leguía no contó con que desde años atrás, tanto Don Manuel González Prada, como sus continuadores en las Universidades Populares, que luego llevarían su nombre, se había emprendido una cruzada para reivindicar el valor de la ética en la política. Desde las U.P.G.P. surgió la respuesta contra la vil maniobra que no dudó en utilizar las creencias del pueblo para un objetivo político.

La historia ha caracterizado a la jornada obrero-estudiantil como una lucha por la libertad de las conciencias. Es mi modesto parecer, que en verdad fue una gesta por rescatar la ética en la política.

Cuando Haya recriminó a Mariátegui que éste no hubiese entendido la dimensión histórica de la movilización, en verdad le reprocha que no haya podido identificar que el reclamo ético obrero-juvenil fue el inicio de una nueva era en la política peruana.

Y no fue por las puras que el proletariado ilustrado y las vanguardias estudiantiles fueran quienes salieran a las calles denunciando la maquiavélica acción del aspirante a dictador. El proletariado no tiene sino su fuerza de trabajo como única riqueza, y los estudiantes lo único que en verdad poseen es su intelecto y su sueño de construir un mundo mejor. La nueva ética se sustentaba entonces sobre la laboriosidad y el conocimiento. Juntas constituyeron la verdadera expresión de la Modernidad.

El bautizo de fuego de la alianza obrero-estudiantil, tal como lo denominó Haya de la Torre, es el momento en que una nueva generación se compromete junto con sus mayores a construir la sociedad por la que ellos también lucharon.

No fue una ceremonia protocolar, no fue una conferencia de prensa, fue un acto de lucha por algo que se constituye en la propia base de la sociedad humana, la ética. Sin una ética básica común no hay sociedad posible. Sino qué confianza podemos tener de que no seremos agredidos, que los compromisos serán cumplidos, sencillamente, que se nos habla con la verdad.

El primer acto político de la nueva alianza, por eso fue un acto ético y moral. Porque lo nuevo no puede construirse sobre lo viejo, como vino nuevo no puede reposar dentro de odre viejo.

No hay revolución social –que no es sino una renovación profunda- sin ética y sin moral. Será por eso que ya se olvida de hablar de ella.

Cuando ahora tantos y tantos exigimos renovación, debemos de ser concientes que, al igual que el 23, ella demanda por encima de todo una firme actitud ética en la política.

Lima, 22 de mayo del 2009.

miércoles, mayo 20, 2009

24 DE MAYO, LO QUE ESTÁ EN JUEGO.

A como se acercan las horas para las elecciones del domingo 24, se va incrementando la expectativa sobre los resultados de las mismas. Una primera impresión que tengo es que surgirá una nueva corriente, una nueva alternativa que no se ubica en ninguno de los dos polos actualmente en disputa, “ni con el tío ni con el sobrino”. Nacerá así una nueva opción.

Los reportes que tenemos desde las regiones van en la línea de que la mayoría de los compañeros están hartos de más de lo mismo y estarían apuntando a la renovación integral del Partido. En ciertos casos surgirán nuevos liderazgos, en otros se afirmarán algunos existentes localmente, proyectándose más bien a nivel macroregional. Aunque el cambio es progresivo, es una tendencia sostenida en todo el país. Es cierto, aún está desarticulado. Y es que falta una sólida figura nacional que la canalice.

¿Pero, porqué llorar sobre la leche derramada? ¿Porqué no pensar en que pueden estar surgiendo o consolidando liderazgos nuevos en las macrorregiones? Nuestra generación tiene candidatos de mucho fuste en todos los Departamentos. Algunos de ellos ganarán, otros talvez no. Pero ya habrán dejado impregnada su huella y su mensaje en la conciencia de los militantes. Hay elecciones donde aún perdiendo se gana, en especial cuando hay victorias pírricas, de esas donde se sacrifican naves (o se asumen compromisos que no se van a poder cumplir) que después se irían a necesitar. En muchos casos habrá segunda vuelta, ahí recién se desplegará el carácter político de la elección. Pero yo estoy casi seguro que las contiendas ya no serán entre las caras de la misma medalla, porque en esas segundas vueltas, unos irán por el continuismo y otras por el verdadero cambio.

Los reportes que tenemos del interior del país hablan muy bien de la performance de los candidatos “ochenteros”, de Eduardo Rodríguez en Piura, de Moisés Montenegro en Lambayeque, de Nacho Guzmán en Huaraz, de Buenaventura Ríos en San Martín, de Moisés Panduro en Loreto, de Carlos Huertas en Pasco, del equipo de Nidia Vilchez en Huancayo, de Gustavo Castro en Ayacucho, de Javier Quesada en Huancavelica, de Víctor Tomaylla en Cusco, sólo por citar a los más conocidos. En Lima, no se ha permitido la elección de las subregiones, contraviniendo una vez más los acuerdos del Congreso, pero sí han aparecido candidaturas con grandes posibilidades de liderazgo subregional. Tenemos la de Fredy Cervera en Villa el Salvador, la del equipo de Javier Travesaño en Ate, la de Ángel Curilla en Carabayllo, Eduardo Polleri en el Cercado y Rocío de la Piniella en Miraflores, entre muchos más que dan su mejor esfuerzo por renovar el Aprismo.

Se habla aún de graves problemas en los padrones, la confiabilidad misma del proceso electoral está ya en cuestión (y así hay ingenuos que quieren ir a una votación universal a nivel nacional!!!). A pesar de ello, centenares de candidatos, de los cuales sólo hemos podido citar unos cuantos, expresaron ya el mandato de los militantes, RENOVACIÓN.

Hagamos que ello no sea sólo un deseo sino una concreta realidad.

Lima, 20 de mayo del 2009.

sábado, mayo 16, 2009

RENOVACIÓN, PROGRAMA Y BANDERA DE LUCHA.

Para quienes vivimos de cerca los problemas del aprismo y de veras nos rebela su situación actual, nos queda la convicción que no basta con medidas coyunturales, lo que se hace necesario es luchar por un programa de transformación integral, y ése es el de la RENOVACIÓN DEL PARTIDO.

Renovar, porque el país y el mundo han cambiado severamente y el Partido no ha sabido hacerlo en la misma intensidad.

Renovar nuestra relación con los militantes, reconociendo que son la verdadera riqueza del Partido. Que son los militantes los que siempre han puesto la sangre, el sudor y las lágrimas, por las cuales el aprismo llegó a ser grande e invencible frente a dictadores y tiranos. Y por tanto deben ser los militantes los verdaderos protagonistas y decisores de la acción partidaria.

Renovar las prácticas de captación, formación, capacitación y promoción de cuadros políticos, en especial en las juventudes, creando los espacios para que autónomamente surjan sus líderes sin imposiciones ni manipulaciones de las cúpulas dirigenciales.

Renovar los estilos de liderazgo, dejando atrás los verticalismos, para privilegiar las actitudes aperturistas, horizontales, de equipos interdisciplinarios de trabajo.

Renovar las viejas formas de hacer política, que nos han ido arrinconando como organización, a pesar del importante avance que individualmente centenares de compañeros y compañeras logran al hacer política en verdad social.

Renovar la doctrina y los programas de gobierno, reconociendo que no es sólo el Estado quien ejecuta la transformación social, también lo hace la sociedad civil organizada, liderada por sus gobiernos locales y regionales, cuya importancia real no hemos sabido valorar.

Renovar nuestra relación con los movimientos sociales, con los movimientos de mujeres, de la cultura, de trabajadores, de intelectuales, de indígenas, de productores, comerciantes y servicios. Renovar nuestra relación con el Perú profundo, con el Perú de la laboriosidad, de la honestidad, de la veracidad y de la reciprocidad.

Renovar nuestra relación con los partidos hermanos de Indoamérica, con los que estamos casi totalmente desconectados, por lo que se está olvidando la doctrina continentalista y antimperialista de Haya de la Torre y la generación fundadora. El aprismo debe ser quien encabece la lucha por la unión continental!!!!

La renovación integral del Partido, es un programa amplio de lucha por el cambio, que no se agota con una conquista temporaria y coyuntural, como algunos oportunistamente pretenden engañar a nuestra militancia. Lamentablemente, el Partido se ha visto influenciado por el bombardeo pragmatista neoliberal de los años 90 que infectó al país durante el fujimorato. Ello se vió agravado por la desideologización y la reducida producción intelectual aprista, causa del confusionismo en el cual caen algunos. No es sino por esa razón, que quienes tienen la primera obligación de salir al frente son los cuadros del partido, conocedores de su historia, su doctrina y poseedores de una trayectoria de lucha que los respalda.

Los cuadros del Partido que haremos la renovación, seremos las generaciones que no lo condujimos en el pasado y que tenemos una sólida formación ideológica y política que asegura que no caeremos ante cantos de sirena derechistas neoliberales, como otros que no se formaron con Haya de la Torre ni su legado ejemplarizador.

Ahora hay quienes eufemísticamente nos quieren hacer creer que la solución de los problemas del partido pasa por cambiar sólo de conductor, tenemos que decir que ahí no se agota una plataforma de transformación, lo que hay que renovar es el vehículo, luego hablemos de quién es el conductor. Lo primero es pensar la política como obra individual, caudillesca, nuestro camino es hacer la política como obra colectiva, de veras revolucionaria.

La RENOVACIÓN es programa y bandera que flamea hace mucho ya el pueblo aprista, que ha salido de lo más profundo de su ser, sin alquiler de clubes, ni campañitas de prensa subvencionada. Renovación es el grito del militante cansado de ver a los mismos parlamentarios por más de 10 años. Renovación es el clamor de los dirigentes de base hartos del continuismo de los dirigentes nacionales que ahora se llaman demócratas. Renovación claman nuestros líderes vecinales, sindicales y juveniles, resentidos por el olvido y la ausencia de apoyo del partido que sólo se acuerda de ellos en campañas electorales.

RENOVACIÓN ES EL PROGRAMA Y LA AUTENTICA BANDERA DE LUCHA DEL PUEBLO APRISTA.

RENOVACIÓN SERÁ LA CORRIENTE QUE TERMINARÁ TRIUNFANDO EN LAS ELECCIONES INTERNAS Y EL PROXIMO CONGRESO PARTIDARIO, A PESAR DE LOS BANQUEROS Y LOS PROPIETARIOS DE LOS MEDIOS DE EXPRESIÓN.

RENOVACIÓN, ESE ES EL PROGRAMA Y BANDERA, QUE RECUPERARÁ LA FORTALEZA DEL APRISMO, LOGRANDO QUE GRANDE VIVA MÁS ALLÁ DEL CENTENARIO DE SU CREACIÓN.

Lima, 16 de mayo del 2009.

miércoles, mayo 13, 2009

UN APRISTA UN VOTO, ¿UNA BANDERA DEMOCRÁTICA?

No participaría de este debate -sobre la modalidad de elección de la próxima dirección nacional del partido- si no viese a algunos de mis dilectos amigos y compañeros involucrados en él. Eso de un aprista un voto, en principio no es nuevo en el Partido. Es más, ha sido consagrado como tantos otros temas en nuestros congresos. En pocas palabras, es un refrito. Más aún viniendo de quien lo impulsa. ¿Qué cosa es democracia moderna? Hago la pregunta directamente para no caer en la repetición de Grecia y demás. La democracia moderna es más que la participación periódica en la elección de dirigentes. La democracia moderna es el conjunto de prácticas institucionales que permiten la participación del ciudadano en la toma de decisiones del Estado. Extendiéndola al Partido, sería el conjunto de prácticas que permiten al militante dirigir realmente a su institución. Eso de elegir de vez en cuando a quien se comportará como el patrón de la hacienda, no es democracia, sino Fujimori fue el mas demócrata de este país!!!!

La democracia no sólo se pregona, también se practica. Entonces yo me pregunto, ¿quién avaló en la ley de partidos ese articulo que permite a las cúpulas revisar los resultados de las elecciones internas de los partidos? Por otro lado, ¿acaso se practicó la democracia interna cuando desde el anterior gabinete se decidió que los apristas no debían "copar" el Estado? ¿Se practicó la democracia cuando se decidió que la mayor parte del Gabinete de gobierno no debía ser aprista? ¿Se practicó la democracia aprista cuando se decidió -por ejemplo- continuar con las exoneraciones a la banca, o cuando se decidió el óvolo minero?
Hacerlo en ese momento hubiera sido prueba de verdadera democracia.

Esa democracia burguesa, formal que, como decía Víctor Raúl, cohonestó tantas tiranías, es sólo un engaña muchachos. Y como ha dicho alguien, nuestra generación ya no está para que la estén meciendo.

¿Se quiere democratizar el Partido? Bienvenido, pero antes ideologicemos a la militancia. Una militancia desideologizada y mercenarizada -como es ahora- no es sino vulgar plebe que asiste al circo romano en busca de diversión y prebendas (como está ocurriendo en las elecciones internas de los comités regionales y distritales). Eso es cualquier cosa, menos democracia!!!!

Chappa tiene razón cuando reclama una bandera. La bandera por la que se debe luchar es por la Renovación de la Política. Eso no se practica un solo día, ni siquiera es necesario sacar firmas (oportunista y demagógicamente). Basta con la decisión de cada uno de visitar a los compañeros y llevarles la luz de nuestra doctrina, motivarlos a la acción política, organizar a los estudiantes, a los trabajadores, recuperar la conciencia nacionalista de las clases medias.

"Un aprista, un voto". Bandera de burócratas oportunistas que quieren lavarse la cara traficando con las expectativas de cambio de los compañeros. Burócratas que se disputan sólo ejercer la próxima dictadura en el partido. Esa no puede ser una bandera generacional!!!!

Si puede y debe ser una bandera la de la práctica real de la democracia: con libertad de expresión, libertad de organización, libertad de crítica, libertad de prensa, todo en el Partido. A ver, quién verá a la sagrada familia recolectando firmas por esas libertades, que sí son democráticas.

Queridos amigos cogeneracionales, banderas las hay y muchas por las que luchar, pero no nos dejemos vender cebo de culebra. Menos de quienes no tienen credenciales reales para hablar de democracia en el Partido, tal como ya lo he demostrado

martes, abril 21, 2009

POLÍTICA Y ANOMIA, PELIGROSA COMBINACIÓN

El día de hoy el diario La República publica un especial dedicado al narcotráfico. De aquél me interesa resaltar un reportaje titulado "La corrupción alimenta al narcotráfico". En pocas palabras, del artículo se desprende lo que debería ser un principio en la comprensión de la dinámica social: cuando el afán de enriquecimiento desmesurado en una sociedad se combina con la falta de oportunidades reales y legales de conseguirlo, se tienen las bases para el crecimiento y consolidación de la delincuencia y la corrupción, alcanzando éstos límites inmanejables que pueden poner en peligro la propia estabilidad social y política de un país.

¿Es ésta la situación del Perú? Del artículo de marras se desprende que sí, aunque cabe precisar que los entrevistados ubican el fenómeno en la llamada zona del VRAE. Empero, deberíamos preguntarnos ¿es sólo el VRAE el que se encuentra en esta situación? En el mismo periódico, ya en la sección editorial, Hugo Neira escribe un artículo dedicado a los conductores de vehículos automotores de Lima, parte de esa "cultura combi" que caracteriza a la "moderna" sociedad peruana. Las conclusiones son las mismas, "no me importa el resto sino mis propios objetivos". Así, la sociedad se convierte únicamente en el espacio de coexistencia entre individuos que no se matan unos a otros sólo porque aún subsiste un orden capaz de impedirlo. Pero en el VRAE no existe ese orden, como tampoco en otros espacios de la sociedad. Para reconocer esas situaciones no basta sino cerrar los ojos y recordar un acto donde alguien, sea persona natural o institucional, ha ejercido su poder en propio beneficio, en perjuicio de segundos y terceros, violando como es evidente las normas naturales y jurídicas de convivencia.

El comportamiento que identificamos y describimos, es el típico de la ANOMIA. Una enfermedad que sufren las sociedades normalmente en los inicios de un proceso de desarrollo, pero que en nuestro caso se ha vuelto crónica, y si continúa descontrolada se puede convertir en mortal. Casos similares al nuestro se vivieron en Colombia, se viven ya en México, se vivió alguna vez en Bolivia. El peligro máximo que tiene una sociedad es convertirse en un NARCO ESTADO. Es decir, cuando las mafias del narcotráfico, a partir de la corrupción de la clase política, toman el control del Gobierno Central.

¿Cómo empezó la influencia del narcotráfico en alguno de esos países? Es evidente que en el desarrollo de un afán desmesurado de riqueza individual sin capacidad de ser sostenido por la economía real. Pero se agudiza cuando entra en la política a partir del clientelaje y la corrupción. Cuando un candidato sólo basa su activismo en el reparto de dinero, de prebendas personales, y el alquiler de conciencias, ya está preparando el terreno por el que sembrará más adelante el narcotráfico. Véase la propia experiencia de los grupos subversivos, quienes con el pretexto de los cupos del narcotráfico, luego se han terminado convirtiendo en su guardia armada, muy a pesar de su "ideologización". La anomia es un cáncer en la sociedad que si no se cura a tiempo termina por matar a la sociedad donde nació.

En este momento, el Partido Aprista vive un proceso electoral, donde ya hay "máquinas" cuyo único argumento es el del dinero. Ofrecen "bolsas" para las campañas, cupos para los tribunales. No importa lo que cueste con tal de "ganar la elección". Pero quien viene con dinero es porque quiere más dinero. Los "nuevos ricos" pretenden adueñarse así del Partido. El futuro que les espera a estos individuos será adscribirse al narcotráfico o ser desplazados por ellos. Porque -sin talvez saberlo- es su lógica la que están legitimando e incorporando al accionar político.

Enfrentarse y derrotar a estos energúmenos del capital, será por tanto no sólo una lucha principista local sino una tarea urgente para defender el legado histórico del aprismo y el propio futuro de nuestra sociedad.

Lima, 21 de abril del 2009.

jueves, febrero 19, 2009

EL ESPIRITU DE LA FRATERNIDAD.

¿Qué suerte de mágico espíritu es éste que en febrero llena los corazones de miles de hombres y mujeres a nivel nacional? Caravanas llegan de todos los lugares, del norte, del centro, del sur, del oriente. Jóvenes, niños, adultos y ancianos, todos llegan cantando a la “Avenida de los Pañuelos Blancos” y coreando un solo nombre, VICTOR RAÚL, VÍCTOR RAÚL. VÍCTOR RAÚL.

Es el espíritu de la Fraternidad, es la conjugación del alma de un pueblo que jubiloso recuerda el nacimiento de su líder, el del hombre que a pesar de ser humano supo levantarse por encima de los límites comunes de las personas para dedicarse a luchar por los derechos de los más pobres. Y así fue como Víctor Raúl, con su verbo encendido y el ejemplo de su vida, despertó las conciencias de miles de hombres y mujeres hacia la lucha por una causa de justicia social, que sintetizara en una sola frase: PAN CON LIBERTAD.

Así nació el Aprismo, verdadera creación heroica del pueblo indoamericano. Este gran movimiento continental, apareció ante el mundo como el frente único de trabajadores manuales e intelectuales, cuya misión era organizar la lucha antimperialista para la verdadera liberación de la explotación y el subdesarrollo de los países al sur del Río Grande.

Y tal como proféticamente lo anunciara el jefe y fundador, fue la bandera auriroja indoamericana la que los pueblos enarbolaron “en el tumulto estremecido de sus luchas”. Hombres y mujeres dieron su vida entera en la defensa de la causa de justicia. Unos en el paredón, otros en las ergástulas de las dictaduras, otras cuidando las vidas de los huérfanos que dejaron los mártires del aprismo. Miles de militantes apristas mantuvieron en alto la dignidad de su partido, sin que ningún sátrapa o genocida pudiera quebrantarlo, de ahí nació la admonición que es grito de batalla cuando atacan al aprismo, cuando atacan al partido, EL APRA NUNCA MUERE!!!.

El Apra nunca muere ni vive de rodillas (como suelen caricaturizarnos nuestros enemigos con mucha envidia) por la solidez de su propuesta ideológica y doctrinaria. Pero, por sobre todo, por el espíritu de fraternidad que vive en sus militantes. Porque el aprismo no es sólo un partido, no es sólo una escuela como quiso Haya de la Torre, el aprismo es una gran fraternidad, donde todos por ser hermanos y hermanas nos declaramos iguales y con los mismos deberes y derechos. Acá nadie está ni por encima ni por debajo de cualquiera de los militantes. Todos somos iguales y esa es la primera enseñanza que nos legó Víctor Raúl.

El aprismo está vivo y fuerte como siempre y con él el pensamiento de Víctor Raúl. Está vivo el antimperialismo, está viva la ambición de la integración indoamericana, está viva la lucha por la justicia social en libertad!!!! Y es por ello que Haya no ha muerto, porque vive en su pueblo!!!!

Haya vive en la labor del dirigente comunal.
Haya vive en la brega cotidiana de los trabajadores informales.
Haya vive en la gesta de los derechos de los trabajadores.
Haya vive en la obra que los buenos funcionarios públicos realizan en la nación para superar nuestro estado de pobreza, dependencia y subdesarrollo.
Haya vive en el trabajador intelectual que desarrolla teorías y conceptos que vayan a guiar nuestro modelo de desarrollo.
Haya vive en los políticos justos y honestos que no se obnubilan por el poder y se mantienen al servicio de las causas populares.
Haya vive en la gesta cotidiana de millones de hombres y mujeres, militantes de su partido, que día a día van transformando las conciencias del pueblo para que se incorporen a nuestra causa de justicia!!!!

Nada de esto sería posible sin el espíritu de fraternidad del que nos llenamos los apristas cuando celebramos el natalicio de nuestro jefe y fundador. Por eso la fraternidad es una fiesta, es la fiesta del pueblo, en que venimos a confirmar nuestros ideales, nuestros compromisos, nuestros valores éticos y morales. Y todo ello gracias a un hombre, que nació hace ciento catorce años, gracias a Víctor Raúl.

Viva Haya de la Torre!!!
Viva el Apra!!!
Viva la militancia aprista!!!!

Lima, 19 de febrero del 2009.

martes, enero 20, 2009

Obama: Reconstruir el Espíritu.

En un discurso que considero dramático, Barack Obama hizo un llamado al pueblo norteamericano a reconstruir el espíritu que le infundieron los fundadores de tan colosal Nación. Obama, en primer lugar, realizó un breve pero descarnado enjuiciamiento de la situación de su país, comparando su inmediato porvenir con el de la llegada de una gran tormenta. Planteó –en pocas palabras- el restablecimiento de la economía norteamericana, recuperando su infraestructura, desarrollando su tecnología, dándole empleo a la gente. Pero, por encima de todo, apeló a rescatar el espíritu emprendedor de su pueblo, reconstruyendo la CONFIANZA de la gente, apelando a la solidaridad, al trabajo conjunto, a la visión común de una tierra con libertad e igualdad de oportunidades, que constituye la base misma del llamado “sueño americano”. El discurso de Obama será recordado en la historia de los pueblos como el llamado que hace un gobernante a sus compatriotas a mantener en alto sus valores aurorales, como única forma de superar la adversidad.

¿Qué lección nos deja este mensaje? Lo más valioso de un país, no es su industria, no son sus recursos naturales, menos sus finanzas. Lo más importante es el Espíritu de su gente, es la moral colectiva, es también la dimensión ética de su pueblo.

Si se invierte miles de millones en construir infraestructura, se consume valioso tiempo de los gobernantes en reuniones y reuniones con inversionistas, pero se dedica el menor presupuesto a la educación y se obvia todo apoyo real a la cultura, no nos sorprendamos que existan pueblos subdesarrollados.

La emoción que hoy sienten los norteamericano se debe preferencialmente a que saben que tienen un nuevo presidente que se preocupa por la gente. Y ese es realmente el espíritu de la generación de los 80, el de la verdadera nueva generación, que aparece y se consagra en el Mundo a través de las expresiones y sentimientos de un nuevo líder global. Liderazgo sustentado no en su condición de presidente de la mayor potencia militar del Planeta, sino por la profundidad y la significación de su mensaje, que hoy se vuelve, en muchos aspectos, una aspiración universal.


Lima, 20 de enero del 2008.

miércoles, enero 14, 2009

APORTES A LA RENOVACIÓN DOCTRINARIA DEL APRISMO

En días pasados ARmando Villanueva ha planteado la necesidad de la renovaciónintegral de los partidos, por ser un tema que no nos es ajeno, sino que por el contrario al cual estamos contribuyendo activamente, creo necesario contribuir al debate de la renovación doctrinaria del Aprismo.

Haya de la Torre, en uno de los artículos publicados en su libro auroral "Por la Emancipación de América Latina", establece claramente el aporte innovador de la hoy conocida como "Generación Centenario". De acuerdo a la perspectiva de Víctor Raúl, la peculiaridad de su contribución estuvo en la adecuada concepción del fenómeno imperialista para nuestros países. Antes del enfoque de la "nueva generación", como se proclamó la suya, se entendía al imperialismo como un fenómeno puramente político. Fue a partir de los años 20 cuando se comprendió que el imperialismo en verdad tenía un origen económico que se proyectaba a lo político para consolidarse. Por tanto, la lucha antimperialista, planteó el fundador del Apra, tenía connotaciones económicas y políticas. No se trata de resistir al imperialismo como fenómeno político (ligas antiimperialistas) sino también de plantear una estrategia de carácter económico. Ello iba unido al diagnóstico de la estrategia de poder del imperialismo, que se alía con las clases dominantes para desde el poder político defender sus inversiones. Por tanto, para afrontarlo económica y políticamente hacía falta conquistar el poder político, lo cual sólo se logra a través de un partido. Así es como el Apra de ser conceptuado como un frente antimperialista, se convierte en un partido político, estructurado sobre un Frente Único de Clases Explotadas. Este es el abc doctrinario que todo aprista bien formado conoce.

Casi ochenta años después, debemos preguntarnos si -a partir de la realidad actual- el diagnóstico y la solución deben ser los mismos. Por ello preguntémonos: ¿Existe aún el Imperialismo? ¿Cuál es su estrategia de penetración y de poder? Finalmente, ¿debemos continuar la estrategia de lucha planteada por la generación centenario?

Antes de continuar, debo precisar que las características propias de la forma de diálogo que se establecen en las redes nos obligan a sintetizar y hasta a simplificar ideas y argumentos. En mi caso, a los interesados en conocer el íntegro de mis estudios sobre estos temas, los invito a leer mi libro MODERNIDAD, CULTURA Y TRANSFORMACIÓN SOCIAL, en el cual anticipadamente a las opiniones de Villanueva del Campo ya inicié las reflexiones críticas correspondientes.

El imperialismo continúa existiendo. Hoy más que nunca es evidente la correlación entre las grandes empresas llamadas transnacionales y su vinculación con los intereses de un gran Estado, el norteamericano. La crisis financiera de Wall Street ha demostrado cómo el país del norte es el depositario del poder económico mundial, en nombre del cual actúa y en el cual se sostiene la gran oligarquía financiera internacional. El accionar militarista del gobierno de George W. Bush en los últimos años es el mejor ejemplo de ello.

Empero, cabe preguntarse ¿es la estrategia de dominación imperialista la misma ahora que hace ochenta años? Nuestra respuesta es NO. La dominación hoy es mucho más sutil y efectiva que la de la sujeción política a través de la alianza con las clases dominantes que detentan el poder político formal.

Los avances en la tecnología de la información (televisión, radio, cine, Internet) han posibilitado el acceso directo a la conciencia de las personas, de manera de ejercer control y dirección efectiva de sus mentalidades. De manera que si antes era necesario controlar a los gobernantes para mantener sometido a un país, hoy basta con mantener controlada, distorsionada, alienada, a la población (uno de los "usos" de la Globalización). Una expresión de todo ello es el comportamiento consumista obsesivo y compulsivo de la actualidad, el mismo que se respalda en la dependencia de la televisión como medio de “articulación” social.

En el pasado, uno de los aspectos más significativos de una revolución consistía fundamentalmente en la toma del poder político. Hoy en día, ello es menos importante sino se toma el control de los medios de comunicación social, verdadero eje de poder del imperialismo. Hecho que tampoco nos puede llevar al simplismo maniqueo de pensar que ello solo bastaría para iniciar una transformación social. No. Lo que realmente está de por medio, es el hecho del valor de la cultura como campo de acción y lucha contra la dominación imperialista. Pero no como un campo colateral (residual) de acción, sino como uno de los principales espacios de confrontación y construcción de un nuevo ordenamiento social.

La lucha antimperialista ya no es sólo una lucha política y económica, hoy en día también es una lucha social y cultural. Lo que implica una nueva visión de la sociedad y una nueva misión para los partidos políticos revolucionarios, los que no deben permitir la instrumentalización de sus organizaciones, poniéndolas de espaldas al motivo propio de su existencia, beneficiar a la persona humana, de hoy y del futuro. Hablando siempre en términos del planeamiento estratégico.

Como es evidente, los retos de la actualidad son distintos a los del pasado. Es un Espacio Tiempo Histórico diferente que implica una marco doctrinario también distinto. Debe estar sí claramente definido que el rumbo es hacia la izquierda, porque el rumbo es “lo que importa”, como previsoramente lo estableció Víctor Raúl.

De aquí podemos comprobar la articulación entre la organización y la doctrina, una no puede estar desarticulada de la otra. Organización sin doctrina es puro oportunismo. Doctrina sin organización es pura demagogia. Ni demagogos ni oportunistas, los apristas sabemos históricamente del deber que nos legaron las generaciones predecesoras, conquistar la justicia social con libertad en base a la organización del frente único de clases explotadas. Ese es el gran objetivo y nunca debemos olvidarlo.

Lima, 14 de enero del 2009.

ARTÍCULOS DE OPINIÓN.

CURSO EN DESARROLLO INTEGRAL JICA - JAPON.

CURSO COHESIÓN SOCIAL Y LOS BICENTENARIOS. FIIAP - AECID.

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