jueves, julio 24, 2008

LOS “INDEPENDIENTES “ AL PODER.

Lo que viene ocurriendo en el Banco de Materiales es el mejor ejemplo del tipo de gestión que ejecutan los llamados “independientes” en lo que se dice es el gobierno aprista.

Los independientes no tienen el más mínimo criterio integral de conducción de una institución del Estado. Es peor, a instituciones de gobierno las dirigen como si fueran empresas del sector privado, olvidando la función social que cumple el Estado.

Estos “independientes” que vienen del sector empresarial, hacen experimentos y negocios personales con recursos de todos los peruanos, con el agravante de que no tienen que pagar ningún costo, ni económico ni político, por sus errores. Simplemente se van y luego le echan la culpa a los “políticos” por sus propios errores.

El “independiente” se cree salvador de la patria, “viene a hacer lo que no saben los políticos”, pero siempre termina dejando a todas las instituciones al borde de la quiebra, tal como ocurre con el BANMAT.

Como se creen los sabe lo todo, desprecian todo lo que los rodea, quieren utilizar a todo mundo, utilizan estrategias del Ejecutivo Maquiavélico para dividir y gobernar, pero para males de todos, todo les termina estallando en la cara. Comenzando entonces a ejecutar comportamientos fascistoides. Peor aún si proceden de las fuerzas armadas.

NO HAY PEOR GOBERNANTE QUE UN TIPO SIN FORMACIÓN POLÍTICA. La ciencia de la política requiere para su aplicación no sólo de la teoría sino de miles de horas de “práctica”. Expertisse que los improvisados que pretenden conducir instituciones públicas no tienen generalmente. De ahí los rotundos fracasos de los “independientes”, quienes siempre terminan cediendo sus puestos ante los políticos con formación profesional o experiencia equivalente.

Bien dijo Lucho Bedoya, un tipo de derecha pero finalmente político, allá por mediados de los años 60, “los técnicos se alquilan”. ¿Y de cuando acá el empleado manda sobre su empleador?

Pero claro, hay quienes los convocan y les dan poder. Como a los antiguos capataces de las haciendas serranas, quienes se mostraban sumisos ante el propietario pero inmisericordes con los peones. Para hoy en día escribir una novela como El Mundo es Ancho y Ajeno, de Ciro Alegría, no habría que irse a la Sierra, sino basta con hurgar en las historias de vida del sector público peruano. En eso, el Perú sigue siendo el mismo. Pero algún día tendrá que cambiar, y ese día no está muy lejos.

CURSO EN DESARROLLO INTEGRAL JICA - JAPON.

CURSO COHESIÓN SOCIAL Y LOS BICENTENARIOS. FIIAP - AECID.

PREMIACIÓN A LA MUJER CAJAMARQUINA

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