jueves, julio 19, 2007

Lecciones que deben aprenderse.

DEL FUTBOL PERUANO Y LA POLITICA.

Acaba de terminar la Copa América y conviene analizar como se desenvolvió nuestra selección. Pero no debe llamarnos a sorpresa que así como se evalúa a la selección nacional se pueda evaluar a la forma en que se gobierna un país.

En el fútbol se tienen tres grandes segmentos de acción, la defensa, el mediocampo y la delantera. Al igual, en el gobierno nacional podríamos ubicar tres grandes espacios. El de las políticas sociales, el de las políticas productivas y el de la política económica. Así como en el fútbol el director técnico organiza a sus jugadores, estableciendo un orden táctico entre sus filas, así también ocurre en el gobierno de un país.

Uribe, durante la campaña de la Copa América, se caracterizó por un tener tres defensas al fondo, cinco mediocampistas y dos delanteros. Los especialistas dicen que en verdad el 3-5-2 se convertía en un 5-3-2. Orden que le permitió ganarle estupendamente a Uruguay por el contundente 3 a 0. Sin embargo, los adversarios -que conocen también de tácticas- estudiaron nuestro accionar y pudieron neutralizarlo y superarlo, derrotándonos 2 a 0. El mayor problema aquí se dio en la expulsión de un jugador que causó la necesaria variación del esquema de juego. Pero ahí fue evidente la carencia del esquema peruano: un solo jugador de contención en el mediocampo, el cual fue rebasado por los adversarios. Ello, sumado al pésimo arbitraje, nos provocó una derrota. En política el arbitraje viene a ser el poder judicial. Llegada la contienda con Bolivia, el cambio de esquema táctico casi nos provoca una derrota. La mayor falencia se dio en persistir en debilitar el sistema defensivo. De no haber sido por el esfuerzo individual de los jugadores hubiéramos sido derrotados. Todo esto resulta harto conocido para cualquier aficionado al fútbol en nuestro país.

¿Cómo podemos comparar la situación nacional con el gobierno de un país? En un gabinete ministerial debe darse también el equilibrio táctico, es decir debe estar compensado tanto el ataque como la defensa, cuidando de tener al frente del equipo a un buen capitán. En un gobierno, las políticas sociales son la defensa, la política económica el medio campo y las políticas productivas la delantera. Pero este esquema no es estático, algunas veces desde las políticas sociales se pueden hacer goles, o los delanteros -las políticas productivas- pueden asumir funciones de defensa. Todo depende de cómo se formule la táctica.

Hechos estos comentarios, cabe preguntarnos ¿qué ha venido pasando en el actual gabinete ministerial? La táctica elegida ha sido bastante agresiva en el uso de la delantera. El medio campo -la política económica- siempre se orientó a tratar de proveerles de bola para que hagan goles. Y fue así hasta que los adversarios se dieron cuenta que teníamos una defensa (políticas sociales) débil. Con un solo mediocampista, a la vez capitán, que intentaba multiplicarse en la contención. Al principio todo bien, mientras la intensidad de los ataques del contendor no se incrementó, pero ahora que son evidentes las carencias, ya no alcanza sólo con las ganas. Ante las demandas sociales, mediocampo y defensa tienen que bajar a defender. Mientras, en la delantera tenemos estupendos jugadores (resultados del PBI, inversión, etc.) que no pueden hacer goles porque ya no les llega la pelota.

A todo esto, ¿cómo están las graderías, la barra brava que debería “matar” por su equipo? Bueno, absolutamente desorganizada y descontenta. Unos por que no les gusta el orden táctico, otros porque no les gustan los jugadores, “pechos fríos” les dicen. El resultado es que desde las tribunas no se escucha el hinchaje por el team nacional.

Uribe tiene urgentemente que fortalecer su defensa, oxigenar su medio campo y lograr que sus delanteros tengan mayor vinculación con el resto del equipo. Ciertamente, todo ello implica la modificación del orden táctico, pero también, porqué no, de algunos jugadores. No vaya a ser que después manden a llamar a los “jotitas”.

Arturo Ojeda
Lima, 17 de julio del 2007.

miércoles, julio 18, 2007

Comentario

LA SITUACIÓN DEL PARTIDO.

En el marco de la situación política actual se ha comenzado a criticar al partido, intentándosele acusar de inacción frente a la extensión de las protestas sociales. Considerando que dicha acusación es falsa y tendenciosa, es obligación nuestra esclarecer sobre la verdad de los hechos:

1º El Partido Aprista por obra y exigencia de su militancia se encuentra en un proceso de renovación de su estructura orgánica desde el año de 1998, cuando se realizó una Asamblea Nacional de Organización en la cual se aprobaron lineamientos de cambio de su organización.
2º El 55º Plenario Nacional del Partido aprobó una nueva estructura orgánica que era totalmente revolucionaria en el Partido. Esta estructura fue previamente analizada y discutida en sendas asambleas macroregionales con los propios dirigentes provinciales y departamentales de todo el país.
3º Dicha estructura fue ratificada unánimemente por el último Congreso Nacional del Partido del año 2004. Sin embargo nunca fue puesta en práctica su funcionamiento.
4º Con la estructura orgánica renovada se cambiaba el centro de acción de la militancia, de los locales partidarios a las organizaciones sociales de base, donde se constituirían células de acción y proselitismo político. De esa manera el militante aprista estaría plenamente integrado a la dinámica social y política de cada comunidad. Los cuadros dirigenciales, la verdadera burocracia partidaria, pasarían a tener un rol subsidiario y de apoyo a la praxis política.
5º El devenir de la acción política integrada, promovida por la nueva organización, haría que los mejores cuadros políticos y sociales del partido estuvieran en capacidad de elevar su nivel de competencia y asumieran responsabilidades a nivel provincial y regional. El partido tendría nuevos cuadros, capacitados y fogueados en la lucha política directa, lo que implica que se promoverían nuevos representantes del partido ante la sociedad. Y este hecho es el que se pretendió evitar, porque eclipsaría a los miembros de las argollas que bajo el apodo de los “ismos” se han constituido en el partido.
6º Las argollas que gobiernan el partido privilegiaron así sus intereses personales y de grupo al futuro político del aprismo y, ahora lo sabemos también, al del país. Es sorprendente cómo los directos responsables del actual drama organizacional del partido se rasgan las vestiduras y quieren aparecer ahora como víctimas. Cuando su incapacidad para comprender los nuevos tiempos y su ambición de hacer uso de la vieja máquina partidaria para alcanzar una curul parlamentaria, son las causantes del grado que ha alcanzado la actual crisis orgánica.

¿QUÉ HACER?
7º La militancia aprista es conciente que el futuro de la democracia en el Perú está ligado al futuro del aprismo. Pues, pese a quien le pese, debemos rescatar al partido de la crisis que le abruma. Y ello implica la movilización activa de la militancia, que es diferente a la de los afiliados. Deben reorganizarse los cuadros partidarios, en tres aspectos básicos: cuadros sociales, cuadros técnicos y cuadros políticos. Ello implica establecer planes de acción para cada segmento, por lo cual deben activarse los comandos de dirección para cada área, la social, la de gobierno y la de representación política.
8º Insistir terca y absurdamente en la vieja y desgastada organización es un despropósito del cual tendrán que responder ante el partido y la historia los responsables de esa conducta. Frente a ello, la militancia con los mismos privilegios que tiene un ciudadano y que siempre ha resaltado el c. Presidente, es quien debe salir al frente. Y si la cúpula del partido no es capaz de enmendar sus garrafales errores, en nombre de la defensa de la integridad y el futuro del movimiento creado por Haya de la Torre, debemos pasar a la autoorganización en defensa del partido y de nuestro gobierno. Y decimos “nuestro gobierno” porque fue elegido con el símbolo de nuestra estrella y bajo el nombre de nuestro glorioso partido. Quienes piensen lo contrario que la próxima vez funden su partido y creen su propio símbolo. El APRA y el aprismo, como producto de la evolución de nuestra historia, son más grandes que todos sus líderes y dirigentes.
9º Se hace imperativo el desarrollo de una agenda social aprista en los gobiernos locales y regionales, que deba ser atendida gracias a las transferencias realizadas por el gobierno nacional. En la elaboración de esa agenda deben trabajar los tres segmentos funcionales del partido, el social, el técnico y el político, estableciendo las responsabilidades en su ejecución. El liderazgo de estas acciones debería ser asumido por los comités políticos renovados, contando con el respaldo de su militancia. Es responsabilidad de la alta dirección partidaria velar porque ello sea así.
10º En la situación de emergencia en que se encuentra el partido, los militantes debemos erradicar y combatir las posiciones grupalistas que tratan de enfrentrarnos entre compañeros, privilegiando los conflictos entre “ismos”. Hoy por hoy, y por encima de cualquier discrepancia, está de por medio el futuro del aprismo y frente a eso no puede haber ningún tipo de tolerancia con el faccionalismo. Pero eso sí, debemos ser concientes que quienes ya tuvieron su oportunidad y por acción u omisión nos llevaron a la situación actual, deben dar un paso al costado, la renovación no puede dar ni dará un paso atrás.
11º En el seno del gobierno se debe reconocer que desde bastante tiempo atrás se le advirtió de lo que podía venir si no se realizaban los ajustes para la cabal interpretación de las demandas reales de un importante sector del país, como es el mundo andino y amazónico. Los políticos saben que junto a lo que “es necesario”, se debe hacer lo que la gente “siente como necesidad”. Y eso, lo comprobamos, no es capaz de percibirlo la tecnocracia. Es la hora de un gabinete político y no tecnocrático. Es hora de dialogar con la ciudadanía funcionalmente y por supuesto de saber relacionarse con la tecnocracia, evidentemente. Esta es la única forma de poder establecer la urgente relación entre partido y gobierno.

¡Por la defensa de la obra de Haya de la Torre!
¡Por la defensa del gobierno aprista!
¡Por la construcción de una democracia social!

Lima, 17 de julio del 2007.

Pronunciamiento

FRENTE AL MOMENTO ACTUAL


“Rompamos el pacto infame
de hablar a media voz”. M.G.P..

En estos días se vienen sucediendo una serie de movilizaciones a lo largo del país que a los apristas como ciudadanos y militantes debe llamarnos a la reflexión y a la acción, en esa línea manifestamos lo siguiente:

1. Es notorio que las movilizaciones que se están sucediendo en todo el país tienen una clara intencionalidad político partidaria, movida por quienes fueron derrotados en las pasadas elecciones generales. Sin embargo, no tendrían las características que se observan si no tuvieran un caldo de cultivo del cual aprovecharse.
2. Por otro lado, se acaba de conocer una encuesta a nivel nacional de una de las más prestigiosas universidades del país, que demuestra la continuación de la fractura del sistema político con el sistema social. Hecho que a casi un año de iniciado el nuevo gobierno debe llamarnos a severo análisis.
3. Es totalmente cierto que el Perú continúa obteniendo importantes avances en inversión e indicadores macroeconómicos, pero, como es absolutamente conocido, la estructura dual de nuestra economía segrega a importantes sectores de la población, marginándolos de los beneficios del crecimiento económico. Mas el problema no queda sólo ahí, la población no observa cambios significativos en el desenvolvimiento de la Sociedad y el Estado, los mismos que deberían ser liderados desde el gobierno nacional, mas aun si éste es conducido por el aprismo.
4. Es de considerar igualmente, que el propio proceso de modernización occidental, que se realiza en el país, debido a sus características consumistas y exógenas, tiende a generar contrastes severos en las poblaciones excluidas del mismo. . Los contrastes y frustraciones son el principal motivador de la violencia, que muchas veces no puede ser controlada ni por los dirigentes que convocan las movilizaciones. Eso explica la ferocidad de los manifestantes en especial en el oriente y el sur andino, tradicionalmente ajenos al progreso de la costa y el norte del país.
5. Hasta aquí nos queda claro que el actual modelo de desarrollo económico no es capaz de satisfacer las necesidades integrales del país. El país aún carece de una visión integral de conducción del proceso de desarrollo nacional. Y cuando hablamos de integral, nos referimos a la combinación de acciones y políticas en lo económico, social, político y cultural. Hasta ahora el sesgo notorio ha sido economicista.
6. A esta situación se ha llegado por desoir las voces que dentro del propio partido se han venido expresando reclamando una visión integradora y estratégica para el proceso de gobierno. Esta situación se ve agudizada por la crisis interna estructural del partido, que lleva a que tenga representantes en diversos niveles que no se encuentran a la altura de las exigencias del proceso político actual, salvo honrosas excepciones.
7. Para hacer frente a esta situación, con una perspectiva no sólo coyunturalista, deben realizarse reorientaciones sustanciales en la política del gobierno. Ni las políticas social demócratas y mucho menos las neoliberales son la solución para los problemas de nuestros países, en especial para el Perú. Haya de la Torre nos enseñó que las soluciones debíamos encontrarlas en nuestra propia realidad.
8. Por otro lado, es cierto que el país carece en la práctica de esa otra visión y metodología de desarrollo, por tanto debe ser por la vía de la concertación y la planificación democrática, que deben formularse las soluciones. En esa línea nada mejor que la activación del Centro de Planificación Estratégica (CEPLAN) para comenzar a dialogar con el resto del país. Todo ello implica también el cambio de buen número de integrantes del gabinete ministerial, por personajes con mayor capacidad de acción, concertación e interlocución política. Los tecnócratas deben ser los que ocupen los viceministerios.
9. En todo este panorama, los apristas debemos asumir un rol más protagónico, empezando por relanzar y fortalecer nuestros organismos partidarios. Mucho de los problemas actuales se deben a la ausencia del partido en la actividad política real a nivel nacional. Para ello es imperativa la autoorganización de la militancia aprista, en células por sectores de gobierno, en células para participar de la política regional y municipal, en células para integrarse en los procesos de desarrollo local y vecinal. En fin, hay que relanzar descentralizadamente la actividad partidaria. Quiérase reconocer o no, será la única forma de respaldar al gobierno.
10. Entrando a este segundo año de gobierno, todos los apristas debemos ser concientes de nuestros errores, por acción u omisión. Bueno pues, es tiempo de rectificarnos individual y colectivamente, ganando más espacios y protagonismo en la lucha política. La visión aprista del cambio está totalmente vigente, tal como lo esbozara el Maestro Víctor Raúl, por vía del frente único de clases explotadas para lograr la revolución de las conciencias y la consecuente justicia social en libertad, esa es la ruta que jamás se debe de olvidar.

Lima, 12 de julio del 2007.


Arturo Ojeda S.
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