viernes, agosto 15, 2008

URGE UN MENSAJE A LA NACIÓN.

Acabamos de enterarnos que la economía nacional habría crecido en el mes de julio respecto al año anterior en un promedio de 11%. De acuerdo al informe de la empresa REuters el crecimiento habría sido impulsado mayormente por el mercado interno. Lo que implica que es el consumo interno el que viene creciendo sostenidamente. Hasta aquí no habría problema, si no fuera porque hace buen rato que los analistas económicos han descubierto que el aparato productivo nacional se estaría saturando, o en términos más convencionales, sobrecalentando.

El sobrecalentamiento ocurre cuando el aparato productivo no es capaz de incrementar su capacidad productiva y su productividad. Hecho que lleva a que en sí no crezca la producción sino el precio de venta de las mercaderías producidas, ya que no sube la oferta pero sí lo hace la demanda. Ello, produce el cambio de la curva de los precios. Así es como ocurre un alza de la valorización de mercado de los productos, aunque la producción bruta pudiese haber sido la misma.

Al subir los precios se genera un efecto inflacionario. Este hecho perjudica directamente a todos los trabajadores que reciben una remuneración fija, sea como sueldo o salario. No es la misma situación de quien puede ajustar día a día sus precios. De esa forma, los trabajadores están ganando menos en términos reales, en tanto los empresarios podrían mantener su nivel real de ingresos. La primera víctima de un proceso inflacionario son los trabajadores y los más pobres.

ES cierto que hay un componente original externo en el proceso, pero éste se ve agravado si se estimula desproporcionadamente el crecimiento del mercado interno, más aún cuando parte de éste depende de insumos importados. ES ahí donde se encuentra la correa de transmisión entre la inflación exógena y la nativa. ¿Qué productos vitales son mayormente importados? Por ejemplo, la úrea, el maíz, el trigo. Influyen sobre la agricultura, la avicultura y la molinería, es decir sobre el pan llevar, pollos y el pan, productos fundamentales de la cocina popular. Tengo la impresión que nos pusimos a correr como Mustang a pesar que estábamos conduciendo a un viejo escarabajo. Y eso en algún momento nos iba a pasar la cuenta, tal como oportunamente lo advertimos.

Hay quienes recurriendo a las viejas recetas monetaristas creen que sólo aplicando medidas económicas restrictivas, se parará "desde arriba" el proceso inflacionario. En las circunstancias actuales no creo que sea suficiente, ni siquiera proceder con el recorte del gasto público. Dado que hay el síndrome hiper inflacionario de los años 80. En este momento debe buscarse adicionalmente otro tipo de salida.

En una oportunidad anterior, recordé que la economía es ante todo una ciencia social, porque como bien tienen que reconocer los economistas se fundamenta en la apreciación y el comportamiento de las personas, en forma individual y colectiva. Bueno pues, es el momento de atacar la percepción de la gente. Y nadie mejor ahora que sea el presidente de la República o el nuevo ministro de Economía, quien salga en un mensaje a la Nación, a expresar el conjunto de la situación exógena y nacional, y cómo es que ésta afecta a los peruanos. Lo central del mensaje debe apuntar a recuperar la tranquilidad de la ciudadanía en la estabilización de los precios, tomando como eje la toma de conciencia de la necesidad de la austeridad en el gasto doméstico - privado y el reordenamiento del público.

El ciudadano debe tomar conciencia que en un contexto de inflación internacional no se puede consumir con la misma dinámica de épocas de normalidad; y, a la par, debe reconocer que aún el aparato productivo nacional requiere una importante inyección de capital y tecnología para mejorar su capacidad productiva y productividad. Los recursos financieros que se ahorren del recorte del consumo, deberán dirigirse a la renovación del aparato productivo nacional. Mientras, habrá que ajustarse los cinturones, reconociendo que hay quienes sólo lo harán relativamente por su situación de pobreza extrema. Con ellos los programas sociales no podrán parar.

Los pormenores técnicos tendrán que darlos los economistas, de manera que en el curso de unos meses la economía recupere su dinámica, habiendo dejado atrás el fantasma del rebrote inflacionario.

Por su carácter y gravedad de las circunstancias, deberá hacerse un llamado a la unidad nacional de todos los peruanos, en defensa de la estabilidad económica y la paz social, exponiéndose claramente los aportes y sacrificios que deberán hacer todos los sectores económicos, políticos y sociales, en igual medida, para llevar a buen puerto a nuestro país.

Evidentemente, estas acciones requerirán de otras complementarias que deberán darse oportunamente.

Ante las dificultades económicas, políticas y sociales del momento actual, me reitero que no será sino el llamado a la conciencia ciudadana, en forma directa y transparente, la única forma de superar los inminentes obstáculos que se nos presentan.


Lima, 15 de agosto del 2008.

CURSO EN DESARROLLO INTEGRAL JICA - JAPON.

CURSO COHESIÓN SOCIAL Y LOS BICENTENARIOS. FIIAP - AECID.

PREMIACIÓN A LA MUJER CAJAMARQUINA

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