jueves, diciembre 18, 2008

EL FIN DEL PENSAMIENTO ÚNICO Y EL RETORNO DE LA POLÍTICA

Dedicado al heroico aprismo provinciano.

Si hay algo que tuvieron en común el marxismo leninismo y el neoliberalismo fue la convicción de que cada uno encarnaba el sumum (la más alta y acabada expresión) del pensamiento. Bueno, a esas perspectivas mesiánicas les cayó su respectivo muro encima. Uno fue en 1989 y el otro ha sido, justamente, ahora en el 2008. Y como posiciones dogmáticas que eran no aceptaban otra propuesta que no fuera la suya. Tenían en común también su perspectiva economicista de los problemas sociales, constituyendo una suerte de “nomenklatura” tecnocrática, responsable de gestionar el desenvolvimiento económico de la sociedad. Ello era así porque “el resto vendría de añadidura”, en el mismo sentido de la frase bíblica. Los comunistas tuvieron su dios en el Estado y su rol planificador centralizado, en tanto que los neoliberales en el “mercado libre”, pero en realidad sometido al dominio de grandes oligopolios y verdadero ordenador del desempeño social integral. Ambos fracasaron estrepitosamente, unos tras la “Cortina de Hierro” y los otros tras los muros virtuales que les daba la tecnología que concentran aún.



Frente a ese panorama, los apristas no debemos sino recordar la vieja admonición de Víctor Raúl: NI CON WASHINGTON NI CON MOSCÚ. Con ninguno de los dos, porque no era, como pretenden algunos, de dejar a uno para irse corriendo a cobijar con el otro. Y la frase culminaba, SÓLO EL APRISMO SALVARÁ AL PERÚ. Pero no el aprismo como término, vacío de contenido o, en lo que lo han convertido hoy en día, palabra patentable y objeto de apropiación individual. El Aprismo al cual se refería Haya de la Torre, era la expresión colectiva de un pueblo que venía luchando desde Túpac Amaru II por lograr su independencia integral, estructurada sobre su propio ser e identidad y no adoptando modelos importados. Un Aprismo que no era una organización política formada para llevar al poder a una persona o a un conjunto de ellas, y luego hacer lo que les diera la gana. Haya se refería al Aprismo que era el instrumento para construir un nuevo orden social sin explotados ni explotadores. Ese es el Aprismo que salvará al Perú.



El Aprismo histórico, el de la generación fundadora, el de los mártires de Chan Chan, el de miles hombres y mujeres que aun pugnan por la justicia social en libertad, es el que sigue vivo cuando sus enemigos están pereciendo. Y ese aprismo es el de la POLÍTICA, no es de la tecnocracia economicista que está convencida que por encima de las personas humanas están los números.



El fin del neoliberalismo no significa sino la incapacidad de las visiones mesiánicas, monárquicas, paternalistas, de gobernar la sociedad. Una vez más vuelve la POLÍTICA, como ciencia -y a la vez arte- de conjugar los intereses humanos y sociales. Y dentro de la Política juegan un rol fundamental las organizaciones colectivas, los Partidos, los gremios, las organizaciones sociales de base, hasta ahora arrinconadas.

Si alguna virtud tuvo la globalización neoliberal fue la de divulgar lo que eran condiciones dignas de vida, a la cual ahora todos queremos llegar, pero pocos pueden realmente conseguir. Es el momento entonces, cuando se comienzan a sentir las presiones para cumplir con las expectativas de las personas y los pueblos, de volver a la acción política colectiva. Esas presiones, llevaron a Barack Obama, como reactivación de la política en función social, a la presidencia del país que fuera propagador del credo neo liberal. La política ha vuelto y ha vuelto por la puerta grande. Y con ella lo ha hecho la necesidad de los partidos, de los sindicatos, los gremios juveniles, las organizaciones de mujeres, etc. Porque será através de ellos que se tendrán que procesar las demandas de la sociedad, al contrario de la tiranóa tecnocrática que representaba el neoliberalismo.

Aunque la gran pregunta es ¿volverán los partidos políticos con los mismos vicios que provocaron su desplazamiento lustros atrás? La respuesta debería ser que NO. Aquellos que creen que podrán retornar con sus viejos vicios, serán rebasados por la intensa competitividad de los nuevos movimientos que sean capaces de cumplir con lo que sí quiere el ciudadano de a pie. Partido que no se renueve estructuralmente será arrasado por las nuevas corrientes políticas, que se van pergeñando también con un mensaje social.



La ideología aprista está viva, más vigente que nunca, pero como corriente de ideas que es no se puede apropiar. Está en los verdaderos apristas lograr que el legado material de Haya y la generación fundadora, que es el Partido Aprista Peruano, no se extinga y recupere su rol de expresar teórica y políticamente la doctrina aprista y por tanto llevarla a la práctica en la Sociedad Peruana y Latinoamericana.



Lima, 18 de diciembre del 2008.

CURSO EN DESARROLLO INTEGRAL JICA - JAPON.

CURSO COHESIÓN SOCIAL Y LOS BICENTENARIOS. FIIAP - AECID.

PREMIACIÓN A LA MUJER CAJAMARQUINA

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