viernes, setiembre 12, 2008

LA ENCRUCIJADA BOLIVIANA.

Lo que viene ocurriendo en Bolivia, no es sino una extensión de la crisis que también sufriera Chile a inicios de los años 70, con las distancias correspondientes. La carencia de una visión ideológica acertada del cambio social ha debilitado lo que debió haber sido una perspectiva amplia de Frente Único, que integrase tanto a los sectores indígenas de obreros y campesinos con los sectores medios de profesionales, intelectuales y empresariado nacionalista. La percepción que se tiene, es que la radicalización "socialista" del régimen, lo aisló de importantes sectores medios del país, hecho que aprovecha la derecha para confrontar abiertamente contra el Gobierno.
Esa estrategia política del MAS que gobierna Bolivia, es característica del castrismo que también infectó a la experiencia allendista en Chile, llevándolo a la confrontación inútil que culminó en el sangriento golpe de EStado del 11 de setiembre de 1973.
Pero ésta no es una lección sólo para la izquierda latinoamericana, sino también para las derechas conservadoras, que vieron cómo por su miopía y desarraigo con la realidad del país que habitan, provocaron la radicalización de las masas empobrecidas y excluidas del proceso de modernización social.
Bolivia, como Chile en su momento, es el mejor ejemplo de lo que no se debe promover en un país, la polarización social. Y a su vez, son la mejor demostración de cuán necesaria es la existencia del aprismo, como verdadero espacio de concertación social para la costrucción del desarrollo con justicia social y libertad. Lo que implica que el aprismo, como ideología y doctrina, continúa siendo vigente; aunque como partido, en la práctica, haya olvidado su verdadera razón de ser.
ESperemos que con las instituciones existentes en el sistema jurídico internacional, el hermano país boliviano pueda resolver sus contradicciones. Pero debe quedar en nosotros la convicción de la urgencia del relanzamiento de nuestra ideología a nivel del hemisferio, como verdadera guía de lo que debe ser la estructuración de la política y la sociedad en el pueblo continente indoamericano.

jueves, setiembre 11, 2008

EL PESO DE LA RENOVACIÓN.

La selección peruana de fútbol acaba de conquistar cuatro de seis puntos en disputa para lograr la tan ansiada clasificación al Mundial de Sudáfrica. Lo realmente meritorio y destacable de estas dos fechas jugadas por el combinado patrio, ha sido la incorporación de nuevos elementos que realmente han hecho la diferencia respecto a los soberbios, argolleros y engreidos jugadores "consagrados".
Tienen mucha razón aquellos que dicen que el éxito del fútbol como deporte de masas se debe a que refleja en mucho la vida cotidiana. Así también en nuestra sociedad tenemos soberbios, que confiados de éxitos anteriores ya perdieron su humildad y disposición a escuchar al pueblo. Ese ensoberbecimiento los aleja de las masas, las mismas que cuando detectan la "creidera", la petulancia, pueden hasta aceptarla mientras se es exitoso, pero como nadie es infalible, son muy rigurosos y descarnados cuando se empieza a fallar. Miren sino a Pizarro, a Farfán, hombres de triunfo en su momento. Pero ellos no tuvieron a nadie que, como a general romano victorioso, le dijese: "recuerda que eres mortal".
El gran mérito del "Chemo" del Solar es haber puesto un punto final a la soberbia y haber dispuesto la renovación en la selección nacional. Por eso el Perú hoy sonríe. Cuánto más lo haría si esa renovación generacional se diera también en todos los aspectos de la vida de nuestro país.

Lima, 11 de setiembre del 2008.

CURSO EN DESARROLLO INTEGRAL JICA - JAPON.

CURSO COHESIÓN SOCIAL Y LOS BICENTENARIOS. FIIAP - AECID.

PREMIACIÓN A LA MUJER CAJAMARQUINA

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