martes, setiembre 23, 2008

PARA COMBATIR A LA POBREZA.

Está por nuestros lares el Dr. Bernardo Kliksberg, reputado analista de los problemas sociales de América Latina. Kliksberg hace poco tiempo ha publicado un importante texto titulado PRIMERO LA GENTE, en coautoría con Amartya Sen, premio Nóbel de Economía.

Hoy en día en que el gobierno se encuentra comprometido en el proyecto de derrotar a la pobreza, las propuestas de estos autores deben ser especialmente atendidas. Para Sen y Kliksberg, promotores del enfoque del Desarrollo Humano, plantean categóricamente que un aspecto fundamental para salir de la pobreza lo constituye la promoción de valores culturales conjuntamente con el de las políticas económicas. Y es que como sostengo en mi reciente libro MODERNIDAD, CULTURA Y TRANSFORMACIÓN SOCIAL, no bastan los resultados económicos si la conciencia activa de las personas no es capaz de aprovechar las posibilidades que brinda el crecimiento.

Por otro lado, Kliksberg hace hincapié en la necesidad de impulsar y aprovechar el capital social de los pueblos. El Capital Social, no es sino el conjunto de instituciones, organizaciones y redes existentes en todo grupo humano, que sirven como fuente de apoyo mutuo, información y solidaridad social. En lugares donde el Estado no existe y la competencia puede ser salvaje, en especial por los que tienen gran poder e influencia, el capital social es fundamental para sobrevivir, y acceder a mejores condiciones de vida también. Una cabal muestra de capital social son las redes que establecen los microempresarios, quienes se proveen de recursos financieros, materiales y hasta humanos entre parientes, paisanos y conocidos. ¡Qué hubiera sido del Perú actual sin una originaria red de cooperación social heredada de la cultura andina!

Empero, en este momento, producto de la influencia de la globalización occidental, estas redes van desapareciendo peligrosamente, aún en las propias fuentes de la cultura andina. De ahí que se observe conductas anómicas y delincuenciales en cantidad progresiva en las provincias del interior del país. Y es que a la sociedad se le ha dejado a expensas de las reglas de la economía de mercado. Lo más lamentable, es que los programas sociales mayormente no intervienen en la promoción del capital social en los lugares en que se ejecutan. Y es que, como generalmente vienen como paquetes que se toman a pie juntillas, y son producto de realidades sociales diferentes a las nuestras, se da la espalda a la verdadera idiosincrasia de nuestros pueblos.

Contrasta la política del Estado con la del “Programa Sembrando”, dirigida por la Sra. Pilar Nores de García, quien expresa que el centro de sus políticas de atención es la FAMILIA, célula básica de la Sociedad y primer escalón del Capital Social de un país. Una familia tiene un lenguaje, creencias, normas internas, formas de ser que son considerados al momento de actuar junto a ella, no al margen de ella. Ésta no es sino entonces una política socio-cultural que todo Programa Social que desea obtener impacto verdadero debería considerar.

Ahora finalmente viene la pregunta ¿Cuántos de nuestros Programas Sociales tienen lineamientos de acción que tengan como meta el desarrollo y la consolidación del Capital Social? Esperemos que ahora que se encuentra un personaje de la talla de Bernardo Kliksberg en el país, hagan caso a lo que venimos planteando desde hace tanto tiempo, y verán que así los programas sociales comenzarán a tener verdadero impacto sostenible en el tiempo.

Lima, 23 de setiembre del 2008.

CURSO EN DESARROLLO INTEGRAL JICA - JAPON.

CURSO COHESIÓN SOCIAL Y LOS BICENTENARIOS. FIIAP - AECID.

PREMIACIÓN A LA MUJER CAJAMARQUINA

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