martes, setiembre 02, 2008

LA CULTURA PERUANA ESTÁ DE MODA.

El diario Mercurio de Chile acaba de admitir lo que es ya una verdad a voces en el panorama occidental, la admiración que está ejerciendo el Perú en el resto del Hemisferio.
Según la reciente publicación mapocha, el atractivo del Perú lo constituyen fundamentalmente sus manifestaciones culturales, su pasado andino, su gastronomía, sus paisajes, su música, su creación artística. Todo ello acompañado por la fuerza de una Nación que tiene todas las ganas de salir adelante.

Y no es para menos. En mi libro, recientemente publicado Modernidad, Cultura y Transformación Social, en especial en su sétimo capítulo, La Recuperación Cultural, describo críticamente el proceso de la evolución de la cultura peruana. Encontrando que el eje de su acción -para ser exitoso- ha estado en torno a la cultura andina, originaria y correspondiente a nuestra realidad geográfica. Un ávido lector, muy criollo él, me reclamaba el porqué de la predominancia de lo andino sobre lo hispano, sin darse cuenta que las principales costumbres actuales de nuestro pueblo son fundamentalmente de origen andino.

Evidentemente, este proceso de fusión o mestizaje no ha sido, es, ni será fácil. En especial, cuando se trata de identificar qué es lo más influyente. Quienes ya reconocen la mixtura cultural también se dividen en dos bandos, entre aquellos que enarbolan la predominancia de lo occidental costeño y los otros que lo hacen sobre lo autóctono, andino. Para resolver esta disyuntiva, aparte de la vía de la observación, tenemos la vía ideológica. Haya de la Torre en Espacio Tiempo Histórico subrayaba cómo la cultura Griega había sido capaz de dominar a sus conquistadores los romanos, así como los indios a los británicos. En ambos casos las culturas nativas, por esa estrecha relación con su entorno, eran superiores a sus colonizadores. Es el mismo caso de la cultura andina, cuya integración y correspondencia a nuestra geografía la llevaba a ser la adecuada a la realidad social, razón por la cual predominó y predomina sobre la española, llegando a absorberla progresivamente. Véase sino el crecimiento de los llamados conos de Lima, donde quienes más crecen económicamente es la población migrante y provinciana. Ni qué decir del proceso de desarrollo del llamado casco consolidado (San Isidro; Miraflores, Pueblo Libre, etc.) de Lima, donde cada vez es más fácil encontrar poblaciones mixtas de gente “blanca” y mestiza, donde antes predominaban sólo los primeros.

¿Por qué estas manifestaciones no se dieron anteriormente? Es un tema que también toco en mi libro. Mi hipótesis es que finalmente, a fuerza de una lucha secular, el hombre y la cultura andina han ido liberando sus energías recónditas y reconstruyendo a pulso la grandeza de su pasado, a partir del ejercicio de sus costumbres recónditas, la laboriosidad, la reciprocidad y la cooperación. Han sido esas prácticas culturales el verdadero secreto de su éxito. Y que hoy todos deberíamos reconocer como válidas y extenderlas al conjunto de la sociedad.

El gran reto de la actualidad es cómo articular nuestra riqueza cultural con los aportes de la tecnología y la ciencia moderna, sin perder nuestra identidad, tan rica, variada y compleja, pero a partir de la cual somos diferentes y atractivos para el Mundo entero. Mi apuesta, expresada en el libro, es a continuar cultivando nuestra identidad, incorporando a las variables económicas, sociales y políticas que se tratan en los modelos de desarrollo, a la Cultura, tan venida a menos, como la hermosa Cenicienta, de quien finalmente el Príncipe se da cuenta que es el amor de su vida.

Ya lo ven, no es sino nuestra riquísima cultura la verdadera ventaja competitiva que tenemos como Nación.

CURSO EN DESARROLLO INTEGRAL JICA - JAPON.

CURSO COHESIÓN SOCIAL Y LOS BICENTENARIOS. FIIAP - AECID.

PREMIACIÓN A LA MUJER CAJAMARQUINA

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